Una lección de Coaching y Gestión del Cambio

La piedra en el camino
El distraído tropezó con ella
El violento la utilizó como proyectil
El emprendedor, construyó con ella
El campesino, cansado, la utilizó de asiento
Para los niños, fue un juguete
Drummond la poetizó
David, mató a Goliat
Y Miguel Ángel le sacó la más bella escultura

Y yo, pues yo busco su belleza y reflexiono sobre su historia. 

Durante más de quince años he trabajado en grandes multinacionales. 

En todas ellas, siempre en roles de gestión, formación y liderazgo de personas, lo que implica en gran medida conseguir cambios de hábitos e impulsar la innovación a través de romper estándares y creando nuevos. 

En los procesos en los que se implica a personas, tener una cultura de empresa que favorezca la reflexión, el cuestionamiento del status-quo y la consiguiente facilitación de recursos, es imprescindible para que se produzcan los cambios de paradigma. 

En múltiples ocasiones, las cosas se hacen, “porque siempre se han hecho así”, sin ni siquiera cuestionar si son todavía necesarias, eficaces y eficientes. En mis procesos de cambio y optimización de procesos, implico a las personas que realizan las actividades, para que en equipo analicen la situación actual y traten de imaginar cómo sería la situación ideal, aquella que haría felices no sólo a la empresa, sino a los clientes y a ellos mismos como empleados. 

Una vez visualizado el futuro ideal, los acompaño para que construyan el futuro "accionable". 

Existen sólo dos grandes condicionantes para que estos cambios puedan ocurrir: 

• El primero, y más importante, es que la Dirección sea capaz de también romper con sus propios patrones de liderazgo, y estén abiertos a innovar e impulsar los cambios, confiando y delegando poder de decisión a su equipo. 
• Y el segundo, conseguir hacer ver a los empleados, que ellos son los motores del cambio y que depende en gran medida de su implicación el poder cambiar las cosas. 

Partiendo de la base de que todas las personas siempre aspiran a realizar un trabajo de forma profesional y con buenos resultados, las empresas que de verdad quieren asegurarse un futuro, crear valor y optar a los mejores profesionales, deben perseguir el objetivo de cuestionar paradigmas para que las ideas más innovadoras estén presente en el día a día de su operativa.