Señor Jesús, en este amanecer quiero agradecerte el camino que voy recorriendo junto a ti, tomado de tu mano. Cada paso pequeño, honesto, sencillo me va conduciendo al logro de mis sueños.
Hago conciencia de las huellas que van marcando mis pasos, me siento contento y agradecido de aportar en algo para hacer esta humanidad mejor. Agradezco también, mis pasos vacilantes, los que me han llevado en la dirección equivocada.
Cuánto he aprendido de esas experiencias, hoy las reconozco como lecciones de vida difíciles de aprender. Te pido perdón a ti y a mi gente por el bien que no hago y por todo lo que no está bien en mi vida, que daña y hace doler.
Aquí estoy en este nuevo comienzo, quiero vivir este día en serenidad, con alegría y disponibilidad para amar y servir.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.