Ahora si, comencemos a hablar de amor. Que pasaría si te dijera que no tenemos ni idea de lo que es, que por difícil que sea creerlo, nuestros padres no nos han amado (aunque no a propósito) y que a eso que llamamos amor, solo han sido las ideas que hemos ido acumulando a lo largo de nuestras vidas y no tienen nada que ver con esa maravillosa experiencia.
Somos seres amorosos, nacemos cargados de amor, no conocemos otra cosa que el amor. Lastimosamente nacemos en un mundo donde esa experiencia no se conoce, no se tiene absoluta idea de lo que se trata e igual esa palabra está presente en nuestro día a día. Pero ¿porque tan pesimista?, porque me causa impotencia que algo tan bello como el amor no sea vivido y expresado como debe ser, que su verdadera naturaleza no sea apreciada. Como dice Osho, “el amor es el alimento del alma pero te han privado de él”, y es así, así como necesitamos del alimento para mantenernos sanos y con energía, necesitamos del verdadero amor para que nuestra alma se sienta llena y viva, pero no le proporcionamos eso tan vital y necesario, así que nuestra alma está moribunda, sin aliento y sin embargo sigue ahí, dándonos el impulso.
La sociedad como en todo, nos ha impuesto ideas muy erradas sobre el amor, no ha dicho que el amor es permanente, que sólo es posible cuando conoces a tu pareja perfecta o muchas veces que es un deber. Ideas tan erradas pero que han calado de manera tan profunda en nosotros, que es lo único que conocemos como amor. Pero lo que no sabemos, es que el amor es muchísimo más que eso, él amor lo es todo, porque nosotros somos todo; el amor no se trata únicamente de amar a tu pareja o tu familia, se trata de amar todo lo que te rodea, de irradiar amor, dar amor y que cada persona que entre en contacto contigo, pueda tener esa sensación de contacto con tu alma.
El amor es sincero y puro, es un crecimiento constante, un compartir de alegrías, es libertad total y, solo se puede experimentar; no hay nada falso en él, para conocer en realidad de que se trata, él único camino para lograrlo es experimentándolo.
En el amor no hay ego ni apegos, es imposible, y si lo hay, podría tratarse de cualquier otra cosa, pero no de amor. Cuando el amor es auténtico, simplemente fluye, con conciencia y aceptación, con alegría y emoción y es capaz de romper con las cadenas que nos atan a los conceptos de la sociedad. El amor es un fenómeno espiritual, pues se trata de la comunión con nuestro alma, es proporcionarle vida, es por eso que para amar es necesario ser consciente, evolucionar y trascender.
Pero, si no sabemos qué es el amor y de que se trata... ¿Cómo crece el amor? Sé que puede ser difícil cuando te han privado del verdadero amor por tanto tiempo, pero para que pueda crecer, es necesario que haya una atmósfera de amor, que la gratitud este presente en todo momento, que no haya exigencia, ni expectativa. En todo momento debemos ser conscientes de nuestras acciones, pensamientos y palabras y lo más importante dar sin esperar nada a cambio, simplemente dar por que nos nace y hace feliz hacerlo.
Citando nuevamente a Osho les comparto esta hermosa frase:
Así es como crece el amor. Da sin esperar a ver cuánto recibes. si, llega, y multiplicado por mil, pero lo hace de forma natural. Llega por sí solo, no hace falta exigir. Cuando lo exiges, no llega. Una vez que lo exiges lo has matado. Así que da. Comienza a dar.
Con este artículo doy inicio a este tema del que hablaré nuevamente más adelante, pues un solo artículo no alcanza para todo lo que abarca lo que es el amor, pero con esta corta introducción, espero poder haber dado una idea inicial de lo que encierra este hermoso acto de sinceridad y crecimiento. ¡Ah! y... ¿recuerdas cuál fue tu respuesta?