Capítulo XI El silencio grita a voces: sufrimiento y dolor sin recompensa.

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Hola, hola, amigos, les presento un nuevo capítulo de mi más reciente producción narrativa titulada "Un nuevo estuche para el amor", Espero lo disfruten y háganme saber sus comentarios.

Marlon llega a casa, los niños permanecen al cuidado de la abuela Mónica, es de madrugada por lo que llega silencioso y compungido, cuidando de no despertar a los niños, pero a su suegra si la despierta para contarle la terrible tragedia, que le ha ocurrido a su hija, pero no hace falta que la saque del sueño, ella de alguna manera presiente que algo ha pasado y adivina en la mirada de Marlon que efectivamente ocurrió algo tremendo. Pero, que no se atreve a deducir por sí misma de qué se trata, por lo que espera que sea su yerno quien la ponga al tanto de lo ocurrido.
_ ¿Qué sucede hijo?, ¡por qué tus ojos emanan tanta tristeza! _ Profiere la abuela sorprendida ante la inocultable pesadumbre de su yerno.
_ se nota que has llorado, hijo por amor a Dios qué está pasando, ¡dónde está mi hija! _ Le implora Mónica con los ojos humedecidos y un inevitable temblor en sus manos.
_ Mamá Mónica_ Se sienta en frente de la dama, la toma de las manos, la mira fijamente a los ojos ,se sirve de adjetivos cariñosos, con el ánimo de suavizar la dura noticia que está a punto de revelarle a la madre de la infortunada Carola. _ Carola ha sufrido un accidente. _ Cierra los ojos, como esperando un fuerte grito de Mónica.
_ ¡Dios mío!, ¡lo sabía, lo sabía, lo sabía! ¿Dónde está mi hija?, ¡quiero ir a verla! Llora Mónica desconsolada, se levanta del sillón y le exige a Marlon que la lleve a ver a su hija, reprochándole de alguna manera el por qué no le avisó antes de lo ocurrido.
_ No puedes ir a verla ahora.- Le indica Marlon con sutileza y a la vez con carácter, tratando de frenar y calmar a la angustiada madre.
_ ¿Por qué?, ¿qué le pasa a mi hija?, ¿está muerta?
_ Nada de eso Mónica, permíteme explicarte lo que pasó.
El joven esposo le cuenta a la madre los pormenores de lo ocurrido a su hija, se esfuerza por impedir que Mónica salga del departamento al ser presa de la angustia y la desesperación por no poder ver a su hija. La afectada madre llora desconsoladamente, y su yerno la deja que le fluyan las lágrimas y la acompaña en su dolor, pues por ahora es lo único que puede hacer, y le promete llevarla al hospital apenas amanezca. Mónica trata de silenciar su llanto para evitar que los niños se despierten y se acomoda en la cama, con la mirada fija hacia la pared, dejando fluir su doloroso llanto.
Entretanto Larry, permanece en la soledad de su cuarto boca arriba, con la mirada puesta en el techo, con una mano sobre el pecho y la otra sosteniendo su atribulada cabeza.
Sin poder conciliar el sueño ni por un momento, realiza un análisis retrospectivo de todo lo que ha sido su vida en el trabajo con Marlon, e intenta poner en orden sus ideas, con la finalidad de obtener conclusiones de cómo llegó a involucrar a Carola en todo ese embrollo donde salió mayormente perjudicada.
Llegan a su mente el recuerdo de cuando se realizó una importante convención en la empresa donde trabajaba directamente con Marlon. En dicha concilio los directivos hicieron una importante selección de aspirantes, que debían diseñar una nueva colección de etiquetas para los nuevos estuches, que próximamente saldrían al mercado.
Recuerda con coraje, cómo Marlon se las arregló para que lo dejaran fuera de esa selección de diseñadores, diciéndole a su jefe, con quien trabajaba directamente, que la empresa estaba pasando por un proceso de recesión económica y que debían reducir el personal para la selección, cosa que no era cierto, sólo para dejarlo fuera de tan importante negociación. Eso lo llenó de coraje y comenzó a germinar el resentimiento que ahora sentía contra Marlon.
Llega a su memoria otro desagradable episodio que contribuyó a alimentar aún más su rencor hacia él, cuando llegó a la compañía a trabajar como asistente Sofía, una hermosa chica con la que Larry hizo clic de inmediato. Iniciaron una prometedora relación, en la que avanzaron al punto del compromiso matrimonial, no tardaron en hacerlo público en todos los espacios de su área laboral, poniendo al tanto de sus amor a todo el personal de la empresa, donde se enteraron todos sus compañeros de trabajo, incluyendo a Marlon, quien enseguida fustigó acciones, para separarlos, seduciendo a la chica sólo para molestar a Larry y reafirmar su complejo de gigolo.
Larry revuelve sus memorias sin poder conciliar el sueño y no puede evitar llenarse de ira contra Marlon, a quien ve como un intruso, inmiscuyéndose en todos los proyectos que emprende haciéndolo desertar. Tales cuestionamientos los exterioriza en voz alta:
_ El tipo ése, me dice a mí que soy un envidioso.- Verbaliza Larry en sus pensamientos, mientras dibuja en su cara una falsa sonrisa. _ Vive cacareando que soy un resentido que me antojo de todo lo suyo, cuando es al revés._ Agranda los ojos y eleva la mano en un puño con el dedo índice apuntando hacia arriba. _ Él, es el quien siempre ha invadido mi espacio y me ha robado lo que más he querido.* _ Agrega enojado y resentido._ Se interpuso en mi relación con Sofía y me la quitó, ¿Para qué? ¡Para nada!, porque sólo jugó un rato con ella, y más temprano que tarde la abandonó dejándole roto el corazón.*
_ Marlon es un inseguro, machista y acomplejado, que necesita reafirmar su masculinidad siendo un mujeriego, cuando no tiene necesidad de eso, porque debería sentirse feliz y completo con la mujer que tiene.
Larry sale de su abstracción y le viene a la mente la imagen de Carola.
_ ¿Cómo estará esta chica? ¡Pobre mujer!, ojalá y no haya sufrido mayores daños. Mañana me acercaré al hospital a ver si logro saber de ella._ La fría penumbra lo arropa y el sueño por fin lo doblega, llevándose sus atormentados pensamientos a dimensiones más amables.
La mañana se despliega desde las elevadas cumbres de la gran Santiago, despertando a la gran urbe, con el acostumbrado ritmo citadino.
Marlon desfibrila las principales avenidas del centro de Chile para llegar al hospital lo más pronto posible, en compañía de Mónica quien no veía la pronta llegada del amanecer y correr a ver a su amada hija. El rostro de ambos luce desencajado, sus cuerpos afiebrados y sus corazones y mentes atribuladas, ante la incertidumbre, de no saber lo que ocurrirá con Carola. Dentro del coche se siente una atmósfera sepulcral, ante el silencio que domina a los angustiados pasajeros.
Al llegar al centro médico, Mónica se adelanta sin esperar mayores instrucciones de los galenos, lo que quiere es llegar cuanto antes al cuarto de cuidados, donde se recupera su amada hija.
Marlon termina de recibir la información del médico de guardia._ Déjela ir doctor, es su madre y está muy angustiada, explíqueme a mí, que yo luego le haré llegar la información. _ El médico asiente con la cabeza y procede a darle el parte médico de la situación clínica de la paciente.
_ Su estado de salud ha pasado de crítico a estable. _ indica el médico tratante. _ Pero, necesita evolucionar a estadios más normales, pero, ojo, es un proceso lento y largo. Aún continúa en estado de coma, sus heridas están cicatrizando bien, la fractura del cráneo está siendo monitoreada las veinticuatro horas, no hemos detectado hemorragias internas, en fin, su estado físico en general, es estable…
_ Buenos días doctor, disculpe.- Interrumpe una voz detrás de ellos, se trata de Larry que llega ansioso por saber sobre la salud de Carola. Los hombres paran la conversación para mirar de quien se trata.
_ ¿Qué haces aquí? Grandísimo imbécil, lárgate ya, aquí no tienes nada que hacer, ¿a qué has venido? ¿A burlarte de nuestro dolor? - Irrumpe Marlon sobre el joven, lleno de coraje y con ganas de volarle encima.
_ Marlon por favor, escúchame, sólo vengo como un amigo a conocer el estado de salud de Carola.
_ ¡Cállate!, no la nombres y ¡lárgate ahora mismo!
_ Les ruego que hagan silencio señores. Interviene el médico, no se olviden del lugar donde se encuentran, estamos en una de las zonas más vulnerables del centro asistencial, donde hay muchos pacientes con un estado de salud muy grave. No sé qué se traen ustedes, pero por favor mantengan la calma.
_ Disculpe doctor, entiendo _ Agrega Marlon con la respiración acelerada, tratando de volver a la calma.
_ Disculpe doctor, lo siento mucho. Interviene también Larry con un dejo de vergüenza.
_ Escuchen algo amigos._ Les dice el médico mientras camina en dirección hacia una pequeña sala de espera y con un gesto les pide que le sigan y tomen asiento, el par de caballeros obedece sin reparos.
_ En estos momentos, lo importante es el bienestar de la paciente, es necesario enfocar toda la atención en ella, en pro de su pronta recuperación, así que les ruego, que aparten las diferencias, cualesquiera que éstas sean y cooperen a fin de que este proceso se haga más llevadero.
Larry comprende entonces, que lo que le ocurrió a Carola fue más grave de lo que él se imaginaba.
_ Bien, necesito retirarme, los dejo para que conversen, ¡Señor Marlon!, llámeme por si se presenta alguna eventualidad; de la misma manera yo le mantendré informado, de los pormenores sobre el estado de salud de su señora, hasta luego.
_ Hasta luego doctor, mil gracias. – Le responde Marlon.
Ambos caballeros se quedan en silencio, apostados sobre sus asientos. Marlon mira fijamente a Larry y éste se queda con la cabeza mirando hacia el piso, tratando de asimilar las impactantes palabras que les reveló el médico, sobre el grave estado de salud de Carola. Marlon lo increpa sacándolo de su abstracción.
_ ¿Y bien?, ¿qué tienes que hacer aquí, acaso tengo que soportarme tu presencia todos los días acá?
_ Sólo vine a conocer el estado de salud de ella, ¿está tan grave así como lo indicó el doctor?
_ ¡Muy grave!, está en estado de coma y no despierta y no se sabe cuándo lo hará.- Le informa Marlon secamente a Larry, mirándolo de reojo.
_ Entonces, ¿te quedarás aquí todo el día?
_ ¡Oh!, no de ninguna manera, yo tengo claro el lugar que ocupo en toda esta situación, sólo necesito saber del estado de salud de Carola, porque me siento con responsabilidad sobre lo sucedido.
_A ver, y, ¿qué lugar es ése que ocupas?, habla rápido que tengo que ir a ver a mi mujer. Agrega Marlon de manera tajante.*
_ Escúchame por favor y te ruego, que no me interrumpas, ¡por favor!, luego de que me escuches, puedes decirme lo que quieras y me desaparezco de sus vidas para siempre. Le su plica Larry a Marlon y éste cede ante su petición de ser escuchado.
_ Cometí un gravísimo error, y no sabes lo arrepentido que esto.
_ ¡Já! – Farfulla Marlon incrédulo e irónico, con sus mano empuñadas sobre sus rodillas, las que permanecen tensas y ofensivas
Ojalá puedas decírselo a ella algún día, Dios mío, no sabes cuánto siento que ella esté en ese estado de inconciencia. Jamás hubiera querido eso para ella amigo
_ *¡No soy tu amigo! Replica Marlon apretando los dientes y con la cara de lado. _ Por favor déjame Hablar.- Le implora Larry.*
_ Te ruego que no responsabilices a Carola de nada de lo que pasó entre nosotros, fui yo el responsable de todo, ella en su soledad cayó en mis brazos, ante la necesidad de cariño que tenía, pero ella te ama profundamente y jamás pasó por su mente abandonarte, sólo buscaba un poco de atención. Marlon lo escucha atentamente, a la vez que cambia su actitud y reflexiona en cada palabra que escucha de su rival amigo, se siente avergonzado al reconocer, que Larry fue capaz de conocer mejor a su mujer que él mismo con la que lleva más de catorce años de casado. Pero no tiene el valor de reconocerlo ante él y en su lugar lo trata con dureza.
_ Ya te escuché, si ya terminaste, me voy entonces a la habitación de mí esposa. Le replica Marlon con tono enfático, odiosamente confiado.
Bueh… - Aprieta Larry los labios, moviendo la cabeza en actitud de negación. _ Ya veo que no estás entendiendo nada de lo que te he dicho. Podría decirte las cosas más tristes y dolorosas, pero no para que me tengas lástima, sino para que reflexiones y cambies tú manera de ser tan soberbia y prepotente.
* Y te pido. _ Prosigue Larry con un nudo en la garganta.* _ Que seas más comprensivo y solidario con los seres que te aman.
_ Me voy. _ Se levanta Marlon conmovido por las palabras de Larry.
_ *Sólo una cosa más. Lo frena Larry en seco, colocándose de pie en frente de él.*
_ *Permíteme ver a Carola, aunque sea por última vez, por favor. Le suplica Larry casi sollozando.*
_ Está bien, sólo para que veas el gran daño que le causaste._ Ambos se disponen a ingresar a la habitación.
Marlon entra primero presuroso pero controlando sus nervios, le sigue Larry detrás, en silencio, caminando muy lentamente, casi sin posicionar los pies en el piso, tratando de hacer el menor ruido posible. En una de las esquinas de la cama, yace sentada Mónica, contemplando a su hija con los ojos llorosos y su corazón en guardia, a la espera de cualquier movimiento que le dé algún indicio del despertar de su adorada hija. Se le queda mirando a Marlon, quien se le acerca resignado y le propina un beso en la cabeza en actitud de consuelo.
Larry por su parte, no sale de su asombro, sin apartar la mirada ni un solo segundo de Carola, siente ganas de llorar y abalanzarse sobre ella y estrecharla entre sus brazos. Pero la ve tan lastimada por dentro y por fuera que no se atreve a tocarla ni con el pensamiento. Piensa silencioso y reflexivo.
_ Oh vaya, ¡pobre de mi chica!, no creí que el accidente fuera tan terrible y que le haya afectado tanto, debió odiarme con tanta fuerza cuando le dije todas esas cosas que en realidad no sentía, pero lo mejor era alejarme._ Se acerca un poco más a ella, mientras Mónica lo observa, preguntándose - ¿quién era ese ese caballero, que se mostraba tan conmovido por el estado de gravedad de su hija?
_ Perdóname mi reina, ¡perdóname!, nada de lo que te dije era cierto, lo dije por coraje, por molestar a Marlon, no tenía nada que ver contigo._ Susurra Larry en voz baja, de la manera más discreta, confesándole sus sentimientos a Carola. Marlon se le acerca en una actitud invasiva para marcar su territorio haciéndole ver Larry que se retire. Éste se aleja lentamente, caminando en reversa despidiéndose para siempre de su furtivo amor.
_ ¿Quién es ese chico que se fue tan afectado luego de ver a mi muchacha?_ Con el rostro desencajado y con los ojos hinchados por el llanto sostenido, Le pregunta Mónica a Marlon.
_ Es un compañero de trabajo, no es nadie importante suegra. _ Le responde Marlon sin ofrecer mayores detalles sobre el visitante y en su lugar le expresa su preocupación por los niños quienes se encuentran solos en casa.
_ Oye abuela, me preocupan los niños, hoy no fueron a la escuela, ya les llamé y ya están al tanto de lo ocurrido, debo darle instrucciones a Valentina y delegarle algunas funciones propias de Carola, para tratar de que vuelva la normalidad a la casa. Yo, te pido tu apoyo para que me ayudes en todo esto.
_ ¡Oh!, sí, tienes razón, mis pobres niños, con la noticia me olvidé que están solos. Por supuesto que tienes mi apoyo, debemos trazar un plan para compartirnos los cuidados, tanto de Carolita como de mis nietos.
_Bien, gracias abue, que sería de nosotros sin tu ayuda, eres un pilar importantísimo para todos nosotros. Marlon abraza fraternalmente a Mónica, a quien quiere como a una madre. _ Ok, voy entonces a casa a velar por los chicos.
_ Vale hijo, avísame por favor ante cualquier eventualidad, o llámame al móvil si necesitas alguna ayuda.

Fin del capítulo

Gracias amigos por su lectura, nos veremos muy pronto. Reciban mis abrazos fraternos.