Estando en el Amazonas, acampe en una Shabonó de unos hermanos Yanomami. Me detuve allí para comer, llevaba varias horas río arriba. Ese descanso, me dio la oportunidad de ver al chamán, hombre que conoce los poderes curativos de las plantas, observé a los niños jugando, danzaban y cantaban
Ese cantito melodioso despertó en mi la curiosidad, y le pregunté a Tata, una indígena Yanomami y antropóloga, que me acompañaba:
¿Qué cantan los niños?
Ella me respondió: - Están jugando a como nació el río Orinoko y en su canto narran un cuento infantil de nuestra mitología indígena
¿Cómo? ¿Un cuento mitológico? ¡Que interesante! ¿Me lo puedes narrar? le dije.
¡Claro! Respondió, visiblemente encantada y muy dispuesta a desplegar sus habilidades como narradora formada en la tradición oral de las etnias indígenas.
Así inició Tata:
Cuenta la sabía historia Yanomami de la selva, que había un niño llamado Ko y que un día, mientras estaba en el conuco con su madre, comió una Baya qué le causó un impedimento.
¡Ko no podía orinar!
Así pasaron los días y las noches, Ko llevaba varios días sin orinar
Su vejiga creció a tal punto, que Ko dejó de caminar, desde lejos se le notaba la enorme inflamación en la barriga.
Todos los niños estaban muy preocupados y esto se supo en todas las aldeas en los Yanomami, Makiritare, Piaroas , Guahito, Yeral , Curripaco, Bare, Baniva, Puinave, Piapoco, Hoti, Warequena, Yaborana.
Los chamanes le dieron plantas curativas al niño Ko
Ofrecieron ritos al viento, a la luna, al sol y a la madre tierra, todos se unieron para concentrar sus poderes y sanar a Ko.
-Una mañana, vieron agua debajo de la hamaca donde dormía Ko. Había un hilo de agua que corría por el suelo, abriéndose camino en la selva. El chamán con su guarura hizo un llamado a los niños. Fue entonces, cuando se escuchó en toda la selva el canto de los niños que decía.
- Orino Ko...
-Orino Ko...
-Orino Ko...
- Orino Ko...
Esa diminuta gotita creció, creció y dio nacimiento al majestuoso Río Orinoco.
Leyenda indígena Yanomami.
