Este sábado 26, en horas de la tarde de Venezuela, se llevó a cabo una final más de la Liga de Campeones de Europa, o Champions League como es popularmente conocida.

En esta ocasión el equipo revelación de Europa comandado por el fenomenal Mohamed Salah y dirigido por el alemán Jurgen Klopp se enfrentarían al mayor ganador de este tipo de encuentro, es decir, al Real Madrid de Zinedine Zidane con Cristiano Ronaldo a la cabeza.

Precisamente, los ojos del mundo a parte de enfocarse en el resultado final del partido, seguramente también, observarían el desempeño individual de la dupla Salah-CR7, pues es muy probable que quien logre alzar la Copa por parte de estos dos jugadores, muy probablemente también se haga del galardón al Balón de Oro ya que ambos artilleros sólo necesitan de ese premio para completar un año redondo en las lides del fútbol europeo.

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Un partido de lesiones inesperadas

El partido transcurrió con un Liverpol que arropaba al Madrid en los primeros pasajes del juego, que hacían presagiar un resultado favorable a favor de los de Klopp. Sin embargo, no había trascurrido media hora de juego cuando en una jugada enredada Sergio Ramos lesiona en el hombro a Mohameh Salah y el egipcio se perdía su primera final de la Champions y ojalá no ponga en riesgo su participación en el mundial.
Del mismo modo, tuvo que abandonar el partido el lateral derecho del equipo merengue Dani Carvajal quien luego de una mala pisada lastimó su tobillo derecho y tuvo que retirarse del engramado con lagrimas en los ojos por la frustración que le embargaba.

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Un nuevo Vestido Blanco para la Orejona

El Real Madrid parece haber recibido las orientaciones precisas de parte de Zidane, en el entretiempo, pues el equipo merengue salió con nuevo y renovados bríos para el segundo tiempo y logró capitalizar, tras un error del portero Karius, la apertura del marcador. Mané se encargaría de emparejar el encuentro con cabezazo que batió a Keylor Navas.

Luego vendría la entrada inesperada de Gare Bale por un Isco que pareceía lucirse en el encuentro. Sin embargo, el jugador de Gales entró encendido al partido y a menos de cinco minutos de su ingreso realizó lo que seguro será el gol de la Copa, sino del año, cuando de chilena llevó el balón al fondo de red y Karius no podía hacer nada a pesar de un gran esfuerzo.
El mismo Bale puso cifras definitiva al encuentro apoyado en la complicidad de Karius que dejó escapar el balón entre sus manos cuando parecía que ya tenía todo controlado. Sonaba el pitazo final y ya estaba listo un nuevo traje blanco para la Orejona, el Madrid alzaba por 13ava ocasión la Copa de la Champions y se consolida como el mayor ganador de la Liga de Campeones de Europa.

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