Ayer estuvo aquí un famoso boxeador, no tenía identificación y para demostrar quién era tuvo que boxear un par de veces, y aunque noqueó a dos cajeros lo identificamos y pudimos proceder.
Dijo entonces Hipólito:
- La verdad es que no sé qué hacer, sólo se me ocurren tonterías y estupideces.
Y dijo el cajero: - Ok, ya lo reconocí y me convenció, ¿cómo quiere el cambio?.