Reseña de la película Casa Blanca: sueños de amor en tiempos de guerra

Casa Blanca es uno de los grandes clásicos del cine estadounidense, reconocida así a nivel mundial tras su lanzamiento, siendo incluso merecedora del Oscar a la mejor película en el año 1943.

Su director, Michael Curtiz, junto con un excelente equipo de guion y producción, se encargaron de recrear una trama intrigante y que creó una gran admiración e impacto para todos los que admiraron la historia entre Rick Blaine e Ilsa Lund en el famoso “Café de Rick”.

Ambientada durante la segunda guerra mundial, la película basada en la obra teatral “Everybody comes to Rick’s”, narra el reencuentro de Rick (interpretado por el actor Humphrey Bogart) con un amor del pasado, la joven Ilsa (interpretada por Ingrid Bergman) que llega al local nocturno que él maneja, junto a su esposo.

La historia de ambos protagonistas se mezcla cuando Ilsa y su marido intentan obtener unos salvoconductos que un criminal robó y está vendiendo, ya que con esos pases podrán transitar libremente por Europa. Pero Rick está más preocupado por comprender qué ocurrió en su antigua relación con ella, cuando intentó convencerla de ir con él a París y ésta lo dejó plantado sin explicaciones.

Cuando ambos por fin se enfrentan, Ilsa le confiesa a Rick que cuando lo conoció, creía que su esposo, Víctor Laszlo (interpretado por Paul Henreid) había muerto en un campo de concentración Nazi, pero volvió a casa sano y salvo justo antes de que ella se fuera con él, por lo cual decidió quedarse y dejar que Rick se fuese solo. Sin embargo, hasta ese momento no había cambiado su amor por él.

Es importante resaltar el detalle que la dirección de fotografía puso en el personaje de Ilsa, ya que a pesar de ser cine en blanco y negro, tomaron el cuidado de aplicar filtros suavizadores, para darle toques de “dulzura” a sus facciones. Así mismo, se aprecia que la mayoría de sus tomas se hacían desde el perfil izquierdo y esto fue solicitado por la propia actriz, ya que aparentemente, era su mejor ángulo.

Víctor Laszlo es detenido por un delito menor, pero Rick se las ingenia para engañar al capitán que lo atrapa y hacer que Laszlo e Ilsa escapen con los salvoconductos. Cuando ella le reclama (porque su intención era por fin escapar con su amor perdido) él le dice que debe marcharse con su esposo, seguir con su vida, porque puede que luego se arrepienta.

Tras la despedida de su amor, él le dice una frase que quedó marcada en la historia del cine y a la cual han hecho referencia en otros films: “siempre nos quedará París”.
El guion de este largometraje fue manejado en varias etapas por diversos profesionales, lo que puede precisamente ser uno de los puntos centrales en su gran éxito, ya que cada uno de ellos le dio un énfasis especial a varios aspectos de la trama, siempre en conjunto con el propio Michael Curtiz.

La música de la película fue creada por el compositor austriaco Max Steiner, basándose como punto de partida para toda la musicalización en la canción “As time goes by”, pieza que se había tomado para la obra de teatro original.

Casa Blanca es una obra maestra de inicio a fin, una gran muestra del impacto del cine en la historia hasta nuestra época, donde seguimos reviviendo en los nuevos films frases o escenas conmemorables. Piezas como esta son una gran lección para todos los estudiantes y profesionales relacionados con el mundo cinematográfico.

Puntuación personal: 10/10.