Ayer vi Booksmart (2019, dir: Olivia Wilde) atraído por algún comentario entusiasta en Twitter y me pareció un titulo refrescante.
Dos estudiantes sobresalientes que han compartido una amistad en la secundaria deciden vivir las experiencias pendientes la noche antes del dia de su graduación.
Esperaba una comedia gamberra de estudiantes de secundaria donde hay chistes escatológico de pedos, drogas, banalización de las relaciones sexuales y bullying y a pesar de que hay un poquito de eso no es la base para las situaciones cómicas. En cambio las tribus de la secundaria no están segregadas, cada quien tiene su nicho pero no hay la burla por su condición, lo que a primera vista parece una película hecha para estos tiempos donde no se quiere ofender a nadie. Tampoco es una comedia indie donde la protagonista nos empalaga con su descubrimiento personal, aunque también hay un poquito de eso.
Los gags son algo discretos, los personajes dinamizan la película y sin duda el motor es la interacción de la pareja protagonista, alma de los momentos cómicos y dramáticos. 
Ponganme Unchained Melody y me ganan instantáneamente.