El automóvil se ha convertido en uno de los pocos reductos de intimidad ahora que todo es público y notorio. Salvador Pániker decía que había mucha gente que confundía la vida íntima con la privada, que en realidad todo el mundo tenía vida privada pero no todos tenían vida íntima. Pues ahora casi ni privada siquiera. Si no nos capta una de las cámaras que hay en la calle o en múltiples establecimientos nos retratamos nosotros mismos, autofotografiamos, retransmitimos nuestra realidad incluso a veces en riguroso directo. En el coche lo normal es que no, parece un buen sitio para pensar, cantar, gritar o escuchar la radio sin más distracciones, sin tener otra pantalla delante que no sea la del ordenador del propio coche. También para llorar, se llora muy bien en el coche, en el cine y en el coche es donde mejor se llora. El coche nos obliga a concentrarnos y a no hacer más de dos cosas a la vez. La moto nos ayuda incluso más si cabe porque en ella lo único que puedes hacer es conducir y como te despistes un poco en la primera curva te pegas tal susto que se te quita la tontería de un plumazo.
El coche
7 years ago by csrfrias (29)
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