Agobiado, mi cuerpo débil, fuerza de barras de espagueti, cansado del bucle llamado monotonía, un auge de dolor, un no culminante dolor, trabajó sin cesar o descanso hasta estresarme, no existe punto medio, polos expuestos a cambios de humor e ideas, la vida agotadora es, abro mis ojos, despierto de un sueño que no es sueño, sin descanso.
Respiro y detallo el techo, nada nuevo , todo igual... un aroma sin aroma trae la mañana, ciudad contaminada, el primer respiro puede ser el último, me preparo un café, como quisiera ser una taza de café, dulce y agria, olorosamente agradable, sin preocupación, encontrarme en reposo una eternidad.
El café ya está, su aroma cambia mi perspectiva, de pronto las cosas tienen algo de color, primer sorbo, un trago que reinicia la vida, problemas disueltos en agua con cafeína, un impulso más para este nuevo dia.