A veces, deseamos tanto algo que no vemos las evidencias en contra.
Nos duelen tanto, que simplemente no creemos que puedan ser y buscamos incansablemente pruebas a favor de nuestro deseo.
Luchamos, nos enfadamos, nos aferramos tanto a nuestras ilusiones como a un clavo ardiendo, hasta que un día la verdad nos quema tanto, tantísimo,…