Todavía recuerdo como una de las anécdotas mas especiales de mi vida, aquél Junio de 1990 en una cafetería, con la ilusión de mi primer mundial de fútbol consciente, en el que ya tenia nociones tácticas del juego y en el que ya le gritaba al televisor (Tal como el Tano Pasman en el descenso de River). Con el gol de Litbarski se rompía la ilusión al minuto 44 y tras este escenario de tragedia griega, le dije a mi papá: “¿Qué tal un empate de Colombia y de túnel?” el resto es historia…
Quizás esa sea una de las razones por las que guardo una imitación de esa bendita casaca (En mi opinión la mas hermosa de la selección Colombia) y quizás también es una de las razones por las que cada vez que se anuncia el lanzamiento de “la nueva piel de la tricolor” ansío ver la escarlata con franjas que se asemejan al ritmo cardiaco
que se enciende cuando mi selección acude a una cita mundialista.
Esta semana, el patrocinador alemán de la ropa deportiva llevó a cabo su tradicional estrategia de promoción con la imagen de jugadores representativos como James o carismáticos como el inmenso Yerry Fernando. Justo en la misma semana en que twitter anuncia sus 280 caracteres (para promover el doble de sandeces que se encuentran en su mayoria), la controversia va por cuenta de la participación de Paulina Vega en la campaña y el marginamiento de las jugadoras de la selección femenina.
Las dos reacciones mas viralizadas fueron las de la hija de Oscar Córdoba y la de la mediática Nicole Reigner, la primera mostrando su indignación por la escogencia de la modelo-actriz en detrimento de sus colegas; la segunda, señalando la discriminación de género por el diseño de los uniformes (pensado solo para los hombres –al menos entre lo que se presentó-). Una vez más el debate en la palestra pública es la reivindicación de la igualdad de género.
El post de esta semana seguro no será del agrado de “periodistas” como Iván Mejía o Carlos Antonio Vélez, por mucha gente es sabido que para estos personajes el fútbol femenino es un apéndice de su “cromagnontica” concepción del balompié. Para ellos es inconcebible que una mujer cumpla labores tácticas o se destaque por sus condiciones técnicas, para estos “comunicadores” la mujer es un trozo de carne y el respeto hacia ellas es solo una variable social, debo confesar que al escuchar “El Pulso del fútbol” tras el regreso de Mejía de sus vacaciones, sentí repulsión por su “me tocó una Campanita deliciosa” –En alusión a su vista a Disney-, mientras el tibio e incoloro Cesar Augusto Londoño le celebraba el “chiste”, fue casi tan indignante como cuando el extinto Edgar Perea le dijo a Esteban Jaramillo: “Al Bolillo lo echaron por pendejo, por no hacerme caso de que a la mujer se le debe pegar, pero en la cocina”. Vomitivos.
Estos son solo dos patéticos ejemplos de que la retórica de la discriminación de género va mas allá de incluir el concepto en un acuerdo de paz, basta recordar que apenas en los años 50 se reconoció el derecho al voto o que uno de los términos mas dispersos en las negociaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sea la equiparación de salarios. Este es un tema que si no se interioriza es muy difícil modificar patrones de formación y crianza de una sociedad conservadora y temerosa de Dios (desde luego el Dios vengativo e intolerante del Antiguo Testamento) para la que es mas pecado tener una concepción autónoma del amor, que comprometer recursos del erario o legislar en contra de las condiciones laborales.
Política, fútbol y religión son hermosos temas opinables, por esta razón son susceptibles a la estimulación de la imaginación desde el impulso sentimental y también por esta razón son “caldo de cultivo” para la manipulación mediática de masas; si quieren saber mi posición sobre este tema, recuerden mi primer post https://sistemahumanacondicion.blogspot.com.co/2017/02/el-problema-es-el-sistema-pero-las.html
Lo que no es hermoso es que mientras en el mundo ya hay vehículos que se conducen automáticamente, impresoras capaces de recrear órganos humanos o inteligencia artificial que reemplaza al personal en hoteles; sigamos pensando que el valor de una persona esta determinado por una condición, que hombres y mujeres tenemos diferentes derechos, que el deterioro ambiental es una fábula o que hay seres humanos de primera y segunda categoría.