El Mosquete: Primer periódico humorístico satírico de Steemit - SOBERANA NOTICIA: ¡ALERTA SOBERANOS!

Como soberanos no hay muchos y además, dadas las circunstancias, prefieren mantenerse ocultos, las persecuciones se intensifican. Cuando un soberano aparece en escena, la locura es total. Abandonan todos sus quehaceres para tratar de atraparlo, impidiéndose unos a otros la captura deseada, ya que todos quieren apropiarse de los preciados tesoros.

Y es tal la animación, que fotografías les tomaron, pero los charcuteros no entienden de papeles y menos de virtuales representaciones, quieren poner sus manos sobre el efectivo. Es tal su convencimiento que hacen bestiales ofertas para el comprador que llegue soberanos en mano, eso sí, verdaderos, originales. Pues... parece que hay algunos que los andan falsificando.

Se vanaglorian los banqueros por un pequeño descanso, ya no hay largas colas de clientes esperando por sus retiros, pues están todos concentrados en conseguir soberanos.

Pues como si fuera poco, decidió el gobierno, que los pobres soberanos estuviesen amarrados a un tal petro, que supongo yo, es una vil malformación de pietro. Pero cada quien como le parece habla, así que de ese tamaño voy a dejar la cosa. Y sigo con la noticia. Pero tampoco el Pietro o Petro, como gusten pues llamarlo, anda tan sobrado, porque debe andar el pobre sentado sobre un barril de petróleo. Imagínense el cuadro, en una escena de un solo acto: un barril de petróleo, el tal Petro y dos Soberanos. El Petro sentado en la parte plana del barril y los soberanos con dificultades para meter cada uno su hombro debajo del mismo, en la otra parte plana, y entre acomodo y acomodo, ¡plaf!, al piso todos: petro, barril y soberanos. Muy tristes los ciudadanos, cual porristas de fútbol americano, gritan arengas y recitan oraciones. También algunos mastican chicle, jactanciosa demostración de que aún pueden comprarlo. Mas por allí hay un grupo  que se ríe a mandíbula batiente al verlos a todos por el suelo.

Continúa el episodio,  levantándose los personajes entre los hurras del auditorio y la cara no muy sonriente del grupo disidente; se organizan ahora con el barril de lado y Petro sobre él a horcajadas mientras sus soberanos como pueden, balancean la carga. Parece mejor acomodo, pero...¡siempre algún pero aparece!, al tratar de hacer el cambio de hombros, 

el desastre se hace presente y rueda el barril, aplastando y arrastrando a todos en sus giros locos, pues al estar amarrados no puede Petro separarse de sus soberanos dependientes. Y en su rodar se llevan a varios ciudadanos confiados, quienes no esperaban que eso sucediera.

Alguien tiene una genial idea, hace falta una parihuela, una plataforma de buena resistencia y por magia del destino e improvisada llega, por todos aplaudida.

- Mari*o, hacen falta cuñas sino el barril igual rueda- alguien gritó fuera de escena.

Igualmente improvisadas, las cuñas llegan. E igual de improvisados, varios "ayudantes" entran al escenario. Con esta estrategia se reanuda la escena. Como si llevasen un santo en una procesión caribeña, un pasito atrás, dos hacia adelante, los soberanos llevan la parihuela,  sobre ella acuñado el barril y a horcajadas el Petro, parece que por ahora, funcionar pudiese la estrategia y siguen los ciudadanos, esta vez todos callados en expectante espera.

Por emergencia, interrumpo la narración de esta noticia en curso, pues por  ahí viene un tal @Zenkly, armado con un mosquete y lo siguen con sendos sables @Andreacrangel y @Josevbc, mientras que @Asdrubal trae una extraña cadena y para reforzarlos, también vienen con unos extraños artículos en sus manos, dos eternos conspiradores, @Leveuf y @Salvao. 

Así que yo, Gilberto el Bueno, corrooooo por mi vida que vale más que la noticia. ¡Eso creo! Y en todo caso les prometo, estar ojo pelao con cualquier buena noticia que observepor estos laos.

Espero que se diviertan muchísimo con esta lectura, mucho disfruté yo al escribir esta travesura y estoy agradecido con el equipo mosquetero, del creado El Mosquete, por la gran oportunidad de retar al ingenio humorista, tan necesario para soltar las angustias y tristezas que en el día a día pudiésemos ir acumulando.