¿Qué es un milagro? Algo inesperado, que nadie podía pensar que fuera posible ocurrir. Por eso, tú con esas ganas de hablar, esa forma de expresar cariño, esas ganas de dar.
¡Con qué pasión te entregas a lo que haces y a las personas que quieres! Es admirable, se ve y aún así no se cree. Pero no todo es tan bonito, en la distancia se mueven cosas, y no por inercia ni por magia, sí por olvido.
Pero, esta no es cualquier distancia, o al menos no la que comúnmente denominamos así, no. Esta distancia trasciende lo material y se posa en los corazones de quienes la sienten.
Y, es por esto, que surgen múltiples dudas: ¿he de quererte? ¿Quién soy en tu vida? ¿Qué puesto o rol cumplo en ella? Pero, todo esto no importa. Estás, estoy, aunque no nos tenemos. Simplemente es un contrato tácito de cariño, simple cariño, en el cual no es necesario el compromiso, solo debemos sentir y vivir el milagro de existir, en el aquí y en el ahora: juntos, simplemente juntos.
No obstante, este “juntos” no es sinónimo de un “nosotros”, ya que significa un “por ahora” y no un “por siempre”, así son, así mismo son los milagros y solo eso eres, un milagro fugaz al que me aferro, sabiendo que pronto he de dejarlo ir.
Eso tenemos, eso somos, eso hacemos. Nos quedamos y permanecemos un tiempo, luego nos vamos, porque el tiempo es el justo, el indicado y no hace falta más. Ya aprendimos y apreciamos, ¿qué? En este caso… el milagro.
Alexandra Rondón