Todos nacemos e inmediatamente nos comunicamos, por primera vez, con nuestra madre o la persona con la que tenemos ese contacto, bien sea, a través de gestos o acciones y esto demuestra nuestra habilidad innata para transmitir un mensaje. Si tenemos hambre, sueño, ganas de jugar, dormir o soñar, de alguna forma se lo hacemos saber a esa persona.
En esta medida, todos tenemos un código que compartimos con los demás y nos hace únicos, auténticos y sociables. La comunicación nace desde el mismo momento en que llegamos al mundo, para facilitarnos nuestra interacción y adaptabilidad; haciéndonos más fuertes y evolutivamente mejor desarrollados que el resto de las especies en el mundo.
La importancia y esencia de esta habilidad radica en que debemos comunicarnos y no sólo eso, si no que tenemos que hacerlo de manera efectiva para lograr una convivencia adecuada y el objetivo que intrínsecamente está plasmado en nuestro lenguaje oral o escrito.
Y tú... ¿cómo te comunicas? ¿qué es lo más difícil? ¿cuáles herramientas aplicas para comunicarte efectivamente? te leo.