Deseos Prohibidos

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Yo vivía atraído por Bárbara, era una chica morena, sus facciones eran fuertes, su piel era oscura, pero había sido bronceada por el sol de Rio Chico, sus ojos eran marrones oscuros y poseía una fabulosa silueta de reloj de arena, era la mujer casi perfecta para mí; lo único malo es que era la novia de mi hermano, pero hace unos meses, sentí que la atracción era mutua, yo vivía con mi hermano en una pequeña casa, ella visitaba a Alfredo frecuentemente, pero él no tenía tiempo para dedicárselo, pues se la pasaba en los laboratorios todo el día, a veces no llegaba ni a dormir.

Un día yo llego antes de la hora, a la casa y ella estaba sola, pasando el rato dejándose llevar por los caprichos de sus manos mientras veía una película erótica suave, mi hermano por otro lado se encontraba sumido por el rigor laboral, por lo que Bárbara ya no aguantaba más los largos días de espera y optó por saciarse ella misma, satisfaciéndose solo con sus dedos, yo sin saber que estaba en casa, irrumpí en su cuarto y me consigo con esa imagen tan provocativa, mi miembro reaccionó inmediatamente al ver esa escena tan excitante, ella al percatarse de mi presencia, no se detuvo, en cambio, sus dedos se aceleraron y me miraba lascivamente, como si me estuviese invitando a su cama, yo sorprendido y emocionado por lo que estaba presenciando, no dudé ni un segundo en responder a sus deseos, me quite mi camisa marrón lentamente, mientras ella continuaba dándose placer, por unos minutos solo la observaba, mientras que ella se mordía los labios y los relamía, su cuerpo se retorcía al acercarme, nunca paró de tocarse su vagina, luego extendió su otra mano y yo le di la mía, a lo que me acerqué, ella me introdujo sus dedos húmedos en mi boca y llevo mi mano a su vulva que ya se encontraba lubricada, yo tenía el corazón acelerado, era el escenario perfecto para cumplir las fantasías que desde hace mucho tiempo tenia con ella, quería satisfacerla como mi hermano nunca lo había hecho, comencé besando los dedos de sus pies y recorrí sus piernas con mi lengua, estábamos demasiado excitados, ella gemía de placer mientras mi lengua llegaba a su vagina, chupé todos sus fluidos e introduje mis dedos en su orificio, mientras mi lengua estimulaba su clítoris, ella solo pedía que por favor “no parara”, me decía que “le gustaba y que ya no aguantaba más”, que quería “tenerme dentro de ella”. Tomó mi pene para masturbarme y pasó su lengua por mi glande, rápidamente se lo tragó todo, sorprendiéndome con su garganta tan profunda, yo sentía que iba a explotar y mis fluidos iban a correr en su boca, pero me contuve porque mis deseos eran penetrarla, le saqué mi miembro de su garganta y la recosté en la cama, mientras jugaba con mi polla y su apretado coño, lo rozaba por sus paredes mientras que ella me rogaba para que se le introdujera, pero yo jugaba con su clítoris hasta que decidí cumplir con sus pedidos y se lo metí fuertemente, dándole duro como ella me pedía, ella se vino de una vez y yo la puse en cuatro para someterla y cabalgarla, y así lograr que tuviera múltiples orgasmos, me recorrían unos temblores, sentía que estaba a punto de correrme y fluimos juntos, era la satisfacción total, ella había rebasado mis expectativas

Nomino a @freddysanchez para que participe en el concurso.

Patrocinado por @purapapita y @vicokiwi.