Isabel se encontraba mirando por la ventana de su nueva habitación, se había mudado a Francia, todo con la intención de olvidar aquel amor que lastimo su corazón, el tiempo sería quien curaría todo, pero la distancia sería el motor de impulso para ayudar a olvidar a Paul.
Isabel pensaba:
—Hay veces que quisiera devolver el tiempo.
Llamó a su mejor amiga por videollamada para contarle lo que en ese momento sentía y pensaba.
Carla le aconsejaba:
—Ya no se puede devolver el tiempo, mucho menos cambiar decisiones o arreglar acciones… tengo una teoría que dice que cuando te torturas con pensamientos como “debí hacer esto” no nos deja continuar en esta vida, y es allí cuando cuesta cerrar los ciclos.
—Yo solo quiero poder regresar el tiempo para volver a estar con él, disfrutar su compañía, saborear sus labios, mirar su sonrisa cuando sabía que no estaba haciendo las cosas bien, y prestarle atención a todo lo que dice. Dijo Isabel
Carla le contestó:
—Qué bueno que estas a muchos kilómetros, así no provocas sentimientos absurdos, y esas sensaciones que te lastiman, así que suspira y sigue viviendo.
Al final Isabel entendería que estar lejos sería su gran ayuda.
Fuente
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