Regresando de los fines de semana después de año nuevo, en la ciudad hubo una gran cantidad de fiestas clandestinas, y los entes municipales y provinciales brillaron por su ausencia. Sorprendentemente, el nivel de jóvenes que dan positivo es bastante menor que otras franjas etarias mayores. Pero eso es porque ellos no poseen síntomas, pero sirven de vectores para la enfermedad.
Por su parte, la política (que aparentemente ya habría aprendido de la experiencia de la "cuarentena dura" de abril) estaría viendo la idea de dejar un par de días para que las personas pasen sus vacaciones antes de que se vuelva a cerrar todo. Pero ahí está el problema: Primero van a abrir las compuertas al Covid-19 y después van a cerrar todo ni bien la segunda ola y la nueva cepa se instalen en nuestro país - una receta para el desastre.