Conmemoración de la República, óleo sobre lienzo.
Hoy, 15 de Abril se celebra el nacimiento de la libertad civil para todos y todas. No, no me he equivocado de fecha, no hablo de la II República Española sino de la que importa, la verdadera República Democrática de Picholetera, gobernada de manera absoluta y unipersonal por el Rey Supremo Trufo tras ser elegido democráticamente por él mismo.
Tal día como hoy, hace mil billones de años (algunos historiadores sediciosos decían que fue hace tan solo 800 billones, pero ya fueron reprimidos debidamente por la sabia autoridad del rey) llegó a los territorios septentrionales de la dimensión perruna un joven y aguerrido guerrero que se había hecho todo un nombre entre las poblaciones cercanas como un caballero sin tacha, un perro virtuoso que se ponía siempre del lado de los más débiles y con un sentido de la justicia sin precedentes.
Este joven mercenario libre, admirado por aquel paraíso terrenal donde todos los chuchos viven eternamente felices, decidió convertirlo en exactamente lo mismo que ya era, pero con el nombre de lo que hoy se conoce como Picholetera, cuyo único acceso conocido por el hombre es un portal dimensional que se sitúa geográficamente a miles de metros bajo la actual Checoslovaquia.
Desde aquel día en que se fundó el reino absolutista-dictadura militar-república democrática más longevo y venerable de la Historia, todos los perros viven exactamente igual de bien que antes, adorando a su Rey-Padre-Dios. Es bien sabido que en la práctica, todos pasan bastante de los decretos de Trufo. Pero con el tiempo se han acostumbrado a sus extravagancias y le han cogido un cariño forjado a fuego y pelito.
El lienzo nos muestra al monarca soberano dilucidando importantes cuestiones de Estado: "to conqued od not to conqued... gnnnffff"
O a lo mejor simplemente se ha quedado dormido en el proceso, algo bastante habitual en el vago conquistador.
