Crónicas perrunas 8

Yuka tras la jura de ingreso en la Patrulla Canina. Foto de Aerchivo, Servicio de Inteligencia de Picholetera.
Hastiada de depender económicamente de Trufo, Yuka decidió aprovechar su experiencia y entrenamiento como vicesecretaria del cuerpo de espionaje secreto del reino para unirse a la Paw Patrol ya que ese había sido su sueño desde que creciera en la madriguera donde nació en Plasencia; salir de la miseria y seguir los pasos de los héroes de su programa preferido de televisión.
Cuando se enteró de que dicha división de los Cuerpos de Seguridad del Estado Perruno nunca había existido, lloró muy amargamente. Fue entonces cuando Trufo, movido de piedad, creó la primera Patrulla Canina de Picholetera para permitir a Yuka ser lo que siempre deseó ser. Por desgracia, y como no podía ser de otra manera, el rector y jefe supremo del cuerpo es Trufo, con que ahora Yuka vuelve a depender económicamente de él por partida doble.