LAS MASCARAS QUE OPACAN A UNA SONRISA
Hace mucho tiempo el viento relataba la vida de aquellos que deseaban un mundo diferente para crear felicidad, sin importar el costo que tenían que pagar sabiendo que cada sonrisa equivale a un nuevo día y una esperanza por la cual luchar.
Esta era la visión principal de dos hermanos que desde muy jóvenes fueron llevados a la tentación del pecado sin ninguna compasión del destino fueron marcados con el peso de la humanidad, con el pasar del tiempo se adaptaron a cargar con eso y veían la vida desde otro punto de vista otro muy diferente a los que podrían ver los demás. Estos hermanos compartían los mismos gustos de pequeños, el hacer reír y divertir eran sus más grandes anhelos, pero llevando consigo los márgenes que limitaban su felicidad era imposible el poder sonreír.
Tras con el pasar de los días ellos sentían la necesidad de cambiar las cosas que rodeaban sus vidas donde deciden dejar su único hogar que los vio nacer, crecer y sufrir para adentrarse a un nuevo comienzo, caminando sin ningún rumbo trazado por las grandes barreras de los Alpes Suizos empiezan a sentir cansancio y comienzan a fluir dudas sobre si dejar lo único que conocían era lo que los aferraba a una vida, en ese momento lleno de incógnita una sombra similar a la de un árbol abraza a los dos hermanos diciendo en voz baja que el sentido de la vida jamás se encuentra según las acciones que hagas si no con el fin que estas conlleven.
En ese momento los hermanos sintieron la necesidad de mostrar una sonrisa que enorgulleciera sus mismas acciones, donde esta sombra mostro su forma y resulto ser un humilde cirquero vestido con amplias túnicas negras como la noche y les ofreció un deseo que los podría llenar de felicidad. Los hermanos titubeando deciden preguntar en qué consistía ese deseo y cuál era el precio?..., el cirquero muestra sus manos vacías y dice que solo tenían que buscar la felicidad donde no la hubiera y esa sería la clave para todo. En ese momento el les propone unirse a su pequeño circo y ellos sin ningún problema aceptaron.
Al llegar al sitio donde se encontraba el circo ellos admirados con la imagen dijeron que quizás esta era su oportunidad, donde conocieron a todos los integrantes desde los trapecistas Irlandeses hasta el domador de leones que venía de África, todos los recibieron de buena manera donde la comodidad de un hogar lleno de amigos se podía sentir. Tras terminar con la bienvenida el cirquero llama a los hermanos para decirles cuál será su papel dentro de un mundo que hace feliz aquellos que los logran ver, el les muestra unas mascaras de un origen desconocido donde quien sea sus portadores podrán sentir la diferencia de vivir y ver un mundo lleno de ilusiones y de uno de tristes realidades, inmediatamente ellos deciden tomarlas.
Cuando llegan a sus dormitorios sienten la intriga de colocárselas y ver que tan cierto eran las palabras del cirquero, ellos sin pensar mucho se las ponen y salen para ver el ambiente en una noche oscura donde solo las estrellas y la luna eran las únicas que brindaban una muestra de luz. Inmediatamente no sintieron nada y ellos solo se sentían felices de tenerlas, al descubrir que no eran nada deciden irse a dormir. Al día siguiente comienzan sus ensayos donde el cirquero los escogió para ser los dos Arlequines del circo y ellos con mucho esfuerzo practicaron las maniobras y trucos durante mucho tiempo sin tener que usar las mascaras en esos momentos, ellos se sentían cómodos ya que podían sonreír pero nadie los podía ver, donde el cirquero decidió darles una oportunidad de participar en un acto.
Cuando llego ese día los nervios fluyeron como las gotas de una nube que derrama sus lágrimas sobre la tierra, pero la confianza en sí mismo era vital, ellos tenían que salir con sus mascaras al publico mostrando la fantasía escondida de sus rostros, al salir se dieron cuenta de las palabras del cirquero…Estas mascaras no solo te dejaban ver las ilusiones, si no las tristezas, sufrimiento y agonías de aquellos que con solo verte podían olvidarse de aquello que lo hacían miserables aunque sea por unos minutos, ellos inmediatamente al ver los rostros escondidos de la gente tanto niños como adultos no aguantaron las ganas y salieron del escenario, no podían borrar las miradas de esas personas que los veían riéndose pero en realidad eran sentimientos vacios, se quitaron las mascaras y las colocaron en un cajón. En ese momento entra el cirquero con una mirada de felicidad porque le mostro a esos dos jóvenes que no solo ellos sufrían en el mundo, los hermanos se levantaron diciendo que ellos podían hacer que las cosas cambiaran aun teniendo que dejar la vida para luchar contra aquellos que los hacían infelices.
El cirquero les explico que esas mascaras solo muestran la realidad pero sus portadores deben de crear las fantasías de un sentimiento lleno de felicidad. Después de esto los hermanos deciden volver al escenario y terminar su acto para no dejar ese vaso medio lleno dentro del espectáculo. Tras culminar ellos llegan a su habitación muy pensativos preguntándose porque todos merecemos vivir de esta forma? Acaso la felicidad es un pecado ¿? ….
El cirquero no les dijo todo a los hermanos sobre aquellas mascaras, el mismo suponía que ellos entenderían con el pasar del tiempo. Los actos seguían y seguían durante semanas sin cesar donde los Arlequines se hicieron pilares de cada presentación, tragándose las falsas emociones de cada espectador. El mundo estaba impactado con un circo pequeño que ni siquiera tenía nombre solo era famoso por sus increíbles ilusionistas en el arte de las sonrisas.
Los hermanos con el pasar del tiempo en el circo comprendieron la diferencia entre vivir de un engaño bonito y una triste realidad pero aun a si seguían portando sus mascaras ya que esas eran sus mejores facetas a cumplir en esta vida, un día en los ensayos para una presentación uno de los hermanos cae diciendo que estaba muy cansado y que le gustaría dormir por un largo periodo, el cirquero lo mira sabiendo el desgaste de su corazón y su otro hermano lleno de preocupación se pregunta por qué? Acaso no somos jóvenes? Se supone que deberíamos resistir? … El cirquero no dice nada ya que interrumpir el silencio podría corromper las ideas confusas del hermano preocupado.
Llego la noche y la brisa se hacía intensa y dentro del camerino del cirquero se escuchaban voces extrañas, en ese momento el hermano que aun se encontraba bien decide ver y escuchar aquello que le causaba curiosidad pero no pudo ver nada ya que todo estaba oscuro y las voces eran entremezcladas con sonidos que no pertenecían a este mundo, en ese momento el corre y se encierra en su habitación a esperar al día siguiente.
Cuando se topa cara a cara con el cirquero en el amanecer le pregunta sobre aquellas cosas de anoche, en ese momento el cirquero solo lo miro y dijo perdónenme… El hermano confundido no logro entender las suplicas de su mirada y solo respondió aunque hayas hecho algo malo tu nos brindaste aquello que creíamos por perdido cualquier cosa se puede tolerar en este mundo. En ese momento el cirquero le cuenta la verdad que poseen aquellas mascaras.
….Cada vez que su sentido de la vida pertenezca unido a un sentimiento feliz las mascaras irán absorbiendo un poco de su vida cortando su tiempo en el mundo, ese era el precio por ser portadores de felicidad…, en ese momento el hermano solo fija su mirada al cielo diciendo que solo ellos Vivian para crear sonrisas si ese era el precio moriría haciendo lo que más le gustaba. El llega a donde se encontraba su otro hermano ya descansado y listo para volver a trabajar donde le hablo sobre las palabras del cirquero… Solo escucho y también pensó igual.
Pasaron algunos años y ellos seguían siendo el juguete de aquellas mascaras que guardaban un misterio curioso para algunos y aterrador para otros donde ellos aceptaron dar su vida recibiendo a cambio los deseos y esperanzas felices de los demás.
El cirquero un día entro a la habitación de aquellos niños que siempre mostraban interés donde no había nada que buscar y se encontró que los dos estaban acostados juntos y él se les acerco intrigado y vio fijamente que ya sus almas no resistían mas el camino que ellos mismos habían trazado desde sus inicios, donde uno de ellos le dice…. que la vida jamás es injusta con aquellos que regalan felicidad aun siendo ilusiones vacías valen la pena hacerlas por aquellos que están en busca de algo diferente…, al decir eso el cirquero derrama lagrimas como un niño donde le llegan recuerdos de aquel día en los Alpes donde se topo con dos niños que solo buscaban la raíz del fruto de la paz que podría mostrar una simple sonrisa, donde los dos hermanos toman su mano dándole las gracias por a haberles mostrado con claridad la existencia de un mundo que puede cambiar con el simple hecho de ponerse una máscara y obsequiar alegría y felicidad donde no la haya.
Esta historia se narro durante mucho tiempo en el circo donde se hizo más famosa y al final el sueño de aquellos dos hermanos se hicieron realidad aun no estando presentes en este planeta sus vivencias crearon una pequeña esperanza de volver a sonreír para aquel que las haya dado por perdidas.
Espero que le guste es una cuento de narrativa corta ..Saludos ..!!