Cuento: "El anillo de un amor real"

Buenas tardes con todos mis lectores, a continuación les dejo un cuento creado por mi para todos los amantes de los cuentos infantiles...

                           EL ANILLO DE UN AMOR REAL

Esta es la historia de una princesa que perdió su anillo en un acantilado, ella quedó tan triste que sus ojos no eran los mismos, su pelo ya combinaba con el jardín de su palacio, Que sus manos ya no tenían esa suavidad que con solo tocar hacía que su castillo se convirtiera en un mundo, su cabello se asemejaba al sol cálido, dorado…
Sus días no eran los mismos, Su castillo tampoco; ese anillo tenía el poder, no de una princesa sino de una persona que luchó para conseguirlo…mal llamado poder porque esa princesa era tan digna como su belleza misma.
Y en eso entre la multitud que solía verla apareció un príncipe tan curioso como atrevido que se abalanzó en la aventura de explorar su interior, no de princesa sino de ese ser humano hermoso de bello como un día de primavera que la misma naturaleza te acoge.
Ese príncipe encantador robado de un sueño, pero tocado de una realidad, esa realidad absoluta q acogió a la sutileza de la princesa y logro saber ese gran secreto guardado bajo sus lindos luceros y él se comprometió con ella en ese momento bajo una palabra de juramento, y emprendió la búsqueda y dando lo más valioso de él, y es su vida contada desde ahí hasta su final, con una triste e irreparable pérdida, no de su existencia, sino de un triste pesar, y ese pesar es que ese anillo, cuán días infinitos fue buscado se recuperó pero por partes, porque ese anillo tenía una particularidad, que cada lagrima derramada de la princesa era un día que se alejaba de su preciado anillo, pero alégrate suspirante lector que ya bajo estas palabras ya veías todo perdido, pero no, aquí viene la sorpresa, tanto fue la tristeza, que la misma princesa al tocar ese anillo, no con su alma, no con sus manos perdón, sino con su alma logró que con una lagrima reconstruir ese anillo y, ¿cómo puede suceder eso?, bueno aquí está la moraleja: “Cada lágrima que arrojes no es para perderlo todo, sino es para aprender que de la tristeza puedes fortalecer cualquier parte de ti hacia lo que más quieres”.
El final, como ya te imaginas, es el lazo de ese anillo con la caballerosidad de tan humilde príncipe y el lugar adecuado e infaltable de este cuento es el altar.
FIN
Autor: Luigui Jasoju Huamàn Esteves