Te veo mejor, para comerte mejor.
El encuentro era inevitable, la pasión también.
Nadie los comprendía, pensaban que él se la quería comer, no percataron en ella, en su mirada, ese placer que nacía, que tenía por él.
Cuánto mejor se veían más sonreían, los demás no lo sabían, ellos disfrutaban la historia que a la sociedad confundía.
Al final del día, el bosque fue el lugar de lo encuentros, donde se veían mejor, se comían mejor y olian mejor.
Luis Oscar
raczoblue