Hola quiero compartir con ustedes esta historia que escuche hace mucho tiempo, desconozco su autor por eso no lo menciono. Tal vez puedan sacar una buena reflexión de aquí.
Erase una vez un gato, el gato mas guapo que vivía en aquel barrio, nadie lo igualaba en belleza, ni en porte, ni en estilo, era el mas apreciado de todos los felinos de aquel lugar.
Un día, caminando por la acera, tuvo que dirigir con urgencia su mirada al balcón de un piso que daba al otro lado de la calle, y con sus redondos y grandes ojos pudo apreciar lo mas hermoso que alguna vez felinos ojos vieran. Era la gata más hermosa que pudo existir, y sin pensarlo dos veces, nuestro peludo amigo se dirigió hacia ella con el propósito de conocer su nombre. Sin embargo después de varios intentos de comunicarse con ella, tuvo que abandonar la tarea al no obtener más que un nítido silencio de su parte.
Días mas tarde emprendió una tarea aún mas osada, llevarle chocolates. ¿en que mundo existiría una gatuna que no se rindiera a los placeres del mágico chocolate que enamora a más de una? Así que con empeño reunió la mas variada colección de chocolates de múltiples sabores y colores, y los puso presto en la ventana de aquella damisela, gatúbela? en fin, pese a tan brillante y dulce gesto, aquella bella dama, ni se inmuto.
Un poco frustrado aunque no rendido, decidió pedir consejo con uno de sus más cercanos gatunos confidentes, ¿Cómo haría para llamar la atención de aquella indiferente y ganarse su corazón? La respuesta fue sencilla y contundente, "llévale flores, no hay alma gatuna que no caiga rendida ante la belleza de las flores, es lo más romántico que existe"
No contento con esto, decidió acompañar las coloridas plantas de una hermosa serenata, y emprendió aquella faena. Cual no sería su sorpresa si a pesar del canto de los músicos, y lo extraordinario y colorido de los arreglos florares, la ingrata gata, no se dio ni por enterada de tan magno suceso, siguió con su mirada altiva, perdida en el infinito, como deseando salir de este mundo y no saber cosa alguna de sus habitantes.
Nuestro amigo gato, ahora si vencido por el desprecio, con su corazón y su orgullo hecho trizas, no encontró razón alguna más para su existencia sino, enfrentarse al fin de sus días como gato en este mundo. Dirigió sus pasos hacia la vía del tren y sin pensarlo como antes, arrojo su esbelto cuerpo al paso de la maquina, quien sin pudor alguno arrebato el ultimo suspiro de esa pobre alma vencida por el desamor.
Allí quedo nuestra historia sin poder ser mas triste hasta saber que, nuestro amigo gato murió sin conocer que se había enamorado de una gata de porcelana.
"De ilusiones y espejismos no te enamores, así evitaras tristezas y grandes dolores"