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- Te confieso que…No puedo mas… - Marcial terminó de expresar sus sentimientos en medio de un malestar de mucha impotencia por su parte, aunque trataba de disimular, pero…
- ¡No aguanto mas! – Clamaba muy molesto. Se trata nada mas y nada menos de la existencia de dos canes que desde los seis meses ha criado como sus mascotas en su casa.
Conociendo el enorme valor sentimental que esto conlleva, ya que todos los miembros de su familia quieren y aprecian a este par de guardianes. - La situación de hambre que se está viviendo en este país, me impide encontrarle comida. ¡Esto es un desastre! – Prosiguió en su disertación, mientras Juan lo escuchaba con cierta irritación.
- ¿Y qué piensas hacer…? Recuerda que la comida, la medicina están muy costosas.
Y déjame decirte, que no creo que sea por la llamada: “Guerra económica” Aunque; pensándolo mejor…en cierta forma sí que lo es… ¡Guerra Económica: Contra el propio pueblo! – Los demás presentes, asintieron.
Un cierto malestar se hizo presente…Alguien se estaba acercando.
Unos ya lo conocían…Otros de él: Sospechaban
Y pronto se comenzó a escuchar un cierto rumor… - …Hay “moros en la costa” - Dijo una de las féminas e inmediatamente se deslizó y se mantuvo en la periferia.
- ¡Cuidado con hablar de mas…! – Aclaró Juan, al ver a quién se les acercaba, como quién quiere y no quiere.
- …Al parecer están saqueando en varias poblaciones de Venezuela… - Dejó sonar su versión (Uno de los presentes que no quiso ampliar mas la dichosa información), en espera de que alguno de los presentes dijese algo.
No había terminado su frase, cuando todos helados de terror, trataban de minimizar cualquier efecto pernicioso.
…Pero guardaron silencio, pues ya lo habían escuchado…. - …Rumores… - Aseveró don Amílcar, desde su posición.
…Silenciosos, todos ellos trataron de re-agruparse, como si no quisieran contagiarse con ese “señor”, -extrañados se miraban entre sí, pues no lo concebían en su grupo….Pero que de alguna extraña parte: Emergió- Sentado a menos de dos metros.
(¿Y quién lo llamó? – Preguntó en señas Juan, pero nadie respondió…Solo bajaban su cabeza o miraban a otra parte)
…El “visitante” inesperado, no miró a nadie en especial.
Pero que ya los tenía divisado…
Dio la impresión de querer minimizar todo, para adelantarse y ampliar… - El gobierno va a tomar los correctivos necesarios.
¡Ya lo verán! – Sentenció en forma muy grave.
Los demás…Nada dijeron. Pero en su silencio, dictaban su directriz.
Poco a poco, comenzaron a replegarse. En silencio.
Estaban muy temerosos. Casi: Espantados.
Don Amílcar, presenció todo. Nada dijo.
Tan solo se limitó a escrutar a cada uno de los presentes.
Sacó un block que mantenía en uno de sus bolsillos y diligentemente, comenzó a hacer unas anotaciones.
Los demás al percatarse de este pequeño detalle, apresuraron su salida.
Pronto…Se quedó solo, en medio de ese local en el cual minutos antes departían una docena de conocidos, pero que al percatarse de su llegada, aminoraron en sus comentarios…Hasta que finalmente: Desaparecieron.
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