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- Pues de lo único que puedo detallar es que debido a que no teníamos casa en donde habitar, anduvimos en esa búsqueda, y después de andar en esa incesante labor y transcurrido un tiempo ya avanzado…Mi madre vio una casa que le pareció muy cuchi. Regresó y se lo manifestó a mi padre.
Él le manifestó que en cuanto terminara de ejecutar un trabajo que estaba haciendo, acudiría con ella. Cosa que hizo. Todos nosotros fuimos muy alborozados.
¿Te imaginas…? Andábamos ya con suficiente tiempo sin poder conseguir una vivienda que fuese del agrado de mi progenitora.
El caso es que en cuanto todos la vimos.
¡Nos encantó! Se encontraba desocupada. Era amplia. Con mas de doce metros de construcción en su frente (Y mas de treinta de fondo).
Tenía un porche muy grande y espacioso.
Callejones en ambos lados. Se encontraba algo alejada de la vereda, como unos 8 metros de frente y a su lado derecho tenía mas de 6 metros con un garaje como para unos 8 carros uno al lado del otro. Veíamos hacia atrás y calculamos que tenía mas de 60 metros de profundidad.
Y detallando la casa, pudimos hacernos a la idea de lo inmensa que sería esa propiedad. Aunque no sabíamos la cantidad de cuartos, nos imaginamos que nuestra familia iba a quedar con suficiente espacio para todos nosotros.
¡Hasta nuestro canino tenía espacio para correr y retozar en todos los rincones!
Mi hermano -imprudente, al fin- fue a la casa de un vecino y le preguntó y nos llegó contando:
“El vecino (que en un principio se negaba a suministrar información alguna) dice que esa casa tiene 4 cuartos inmensos. Una sala enorme.
Que en su cocina caben hasta 4 cocinas normales. Que cuenta con 3 salas sanitarias.
Y que en la parte trasera cuenta con espacio muy amplio, como para hacer reuniones familiares o de todo tipo. Que está muy bien protegida.
Le pregunté -Dijo mi hermano José- ¿Está deshabitada? Y el vecino informó que sí.
¿Y cuanto tiempo?
¡Uff muchísimo tiempo!
¿Y por qué? –Y ya de ahí adelante, el que le informaba se volvió enigmático.
Y ya no le quiso seguir informando.”
Mi padre y mi madre, se quedaron pensando. Pero ella -en verdad, que había quedado fascinada- y le sugirió: ¿No será mejor buscar a los dueños…?
Ellos nos podrán aclarar por ejemplo: ¿Cuánto cuesta? - Debe costar una fortuna. Mira la calidad de la construcción. – Mi viejo sabía lo que le estaba hablando. Y en verdad, se veía de muy buena calidad.
- …Debemos consultar… - Resolvió ella. Pero en verdad… ¡Todos estábamos fascinados de semejante mansión! ¡Bella! ¡Espaciosa!
A la final, logramos que el vecino nos diera la información y con eso, nos fuimos a ubicar al señor Ramón -su dueño- y para cuando llegamos, el señor nos atendió con la mayor de las amabilidades.
…Demasiado interés en vender su inmueble…Muy curioso (por no decir otra cosa)
Y poco después acudimos todos a conocerla, por dentro.
Mira: ¡Quedamos fascinados! Qué amplitud en su sala, en su comedor.
Sus cuartos eran regios, con un closet…Que hasta podíamos dormir en ellos.
Cada baño tenía una fina porcelana. Espaciosos.
En la cocina cabíamos todos cómodamente sentados. Y para serte sincero: El vecino se había quedado corto.
En vista de eso; mi mama le dijo a mi papa: Mira, no sé tú, pero yo quiero esta casa.
Habla con el señor y tránzate en una negociación. Pero yo quiero esta casa. Cómprala ya.
…Pero he de confesarte algo: Aunque en un principio a él le encantó…Había algo que no le quedaba claro.
Cómo explicarte…Él había hecho sus cálculos. Y asumió que todo lo que había guardado no le alcanzaría para adquirirla.
Sin embargo la petición de mi vieja, era una orden para él. Y él quería también; ¡pero!
En esa estancia, había unos baches. Él los percibió. Pero no se lo dijo a ella, pero a mí sí.
Yo pensé, -en aquel momento- que él estaba exagerando ¡pero!
Lo que sí puedo asegurarte hoy en día, que mientras los vecinos andaban recelosos, el propietario estaba mas solicito que de costumbre -y eso que no lo conocía, pero estaba muy melindroso- ¡claro está! En ese entonces, le di poca importancia.
¡Todos queríamos vivir allí! …Para qué negarlo…
Cuando el hombre le dio el precio…Mi padre se echó para atrás…
¿Cómo vas a hacer eso…? Le reclamó ella, molesta porque pensaba que era una tremenda ganga. Pero a mi viejo, le pareció muy extraño. Y se lo manifestó.
…Pero ella pensaba que era una oferta que no podíamos desperdiciar…
¡Esa fue la verdad!
Entonces mi viejo, propuso al dueño, que antes de hacer una negociación, él quería quedarse solo, en ese caserón, por cinco días continuos.
Don Ramón, le pareció insólito esa propuesta y le recomendó que se mudaran todos mientras él mandaba a hacer los documentos y que en menos de tres días, ya se podían quedar con toda esa propiedad.
A mi madre le encantó. Pero a mi padre, eso lo hizo dudar, él pensaba que estaba demasiado barata y demasiado fácil…Qué había algo que no le cuadraba.
Pero ella, le increpó que él siempre andaba negativo. Creyendo que todo el mundo era malo y que con toda seguridad, había una trampa. Pero que ella no percibía nada malo.
¡Cómprala! ¡Cómprala ya!
…Pero él no cedió. Pidió quedarse él solo. Allí por cinco días con sus respectivas noches.
Y si él sobrevivía…Pues la compraría. (Y yo le pregunté si era que él había visto o sentido muertos o fantasmas en esa residencia…Y él con su forma de mirarme, respondió que sí…)
Yo le pedí quedarme con él. Pero no aceptó. Me dijo que podía ir, pero que no me quedaría la noche con él.
…El caso es, que mi progenitor no cedió…Y a la final se hizo como lo había pedido.
El hijo guardó silencio, pues se le hizo un nudo en su garganta, esos recuerdos lo catapultaron a escenarios borrascosos y acceder a ellos, le causaban mucho resquebramiento en su estado anímico.
Transcurrieron unos minutos, luego de los cuales, asumió con seriedad la continuación de este relato, y arrancó de esta forma… - Mi tata decidió encerrarse desde esa misma tarde. No había otra forma…
Yo lo acompañé y estuve allí y debo confesarte lo siguiente:
En cuanto se hizo de noche -transcurrida unas horas ya- noté que mi padre se puso muy tenso, en cuanto escuchamos unos extraños sonidos en el último cuarto que daba con el patio. Parecía que se había caído una cantidad inmensa de vajilla de cerámica…
¡Qué escándalo! Aquello parecía como si fuese que el mundo se iba a acabar…
Y corrimos como locos.
…Pero en cuanto llegamos…No había nada. ¡Nada! Nada de nada.
Todo se veía normal. Mi pobre corazón se me iba a estallar y le rogué al autor de mis días que mejor nos íbamos con mami, pero él no lo aceptó y me dijo… - Ni loco. Tú propia madre nunca me lo va a perdonar. – Y a pesar de que le insistí…No cedió. Y me dijo que mejor me iba, que él se iba a encerrar a dormir.
Al día siguiente, amaneció rápidamente y yo corrí a la casa.
Mi ánimo estaba desequilibrado, y temiendo lo peor me dirigí hacía allá.
…Te puedo asegurar -y sin temor a exagerar en nada- que un frío de muerte se me pegó en todo mi cuerpo…Y mientras caminaba, dentro de la casa, mis sienes se me erizaron.
Un viento gélido se me pegó en la espalda…
Escuchaba unos extraños sonidos. Como quejidos. Que penetraban por mi oído izquierdo.
No me atreví a mirar a ninguna parte e instintivamente cerré mis ojos…
Y esperé lo peor…
Pero me angustiaba mi viejo. No lo veía por ninguna parte.
Y te digo, que a pesar de que eran mas de las siete de la mañana. El sol estaba en lo mas alto y todo se veía con nitidez…Pero allí adentro…Era todo lúgubre…
Me detuve pues sentía que había algo muy siniestro y dantesco…Todo mi cuerpo estaba erizado. Casi ni podía respirar. Hasta sentí un fétido olor a algo parecido a formol.
Grité. Chillé…Llamaba a mi padre.
…Pero a pesar de que oía mi voz con un efecto de eco…No pude verlo.
Corrí hasta el fondo. Revisé cada cuarto…
…Y nada…Mi viejo no estaba en esa macabra casa…
Salí y me quedé en el frente. Mas de tres horas. Con decirte, que no pude ver a nadie mas.
Y ni siquiera el vecino. ¡Nada!
Todo era semejante a un desierto…
El caso es que transcurrió ese día y tuve que volver a la casa.
Mi madre me dijo que seguramente mi papa había salido a desayunar o a comer algo y que pronto sabríamos de él.
…Pero lo único cierto…Es que no hemos vuelto a saber nada del viejo.
Nadie lo ha visto, desde ese entonces. Es un misterio…
…Ya no sabemos qué hacer… - Y ya no quiso seguir narrando mas, pues cayó en un mutismo muy enigmático…