Seis ejercicios sencillos para comenzar ya a cambiar tus mañanas, con perseverancia y determinacion: TU VIDA!

in desarrollopersonal •  3 years ago  (edited)

Libro: «Mañanas milagrosas» de Hal Elrod
Ejercicio: S-A-L-V-A-V-I-D-A-S o S-A-V-E-R-S

S – Silence – Silencio
A – Afirmations – Afirmaciones positivas
V – Visualization – Visualización
E – Exercise – Ejercicio físico
R – Read – Leer
S – «Scribing» – write – Escribir

Recomendaciones de Hal Elrod: Independientemente de la hora a la que decidas iniciar tu día, ya que es personalizable según horarios y actividades de cada uno (incluso no es necesario seguir el mismo orden que enseña, yo empleo otro orden y según el día los vuelvo a cambiar), él sugiere una serie de pasos previos que ayudan a despertarte para luego iniciar con la rutina.

– Al despertar poner la mente en silencio, agradecer, rezar o lo que prefieras, ir al baño, lavarse los dientes y la cara, beber un vaso de agua e iniciar con la rutina de mañanas milagrosas.

  1. Despertarse, mantener la mente en blanco (una especie de meditación express, rezar, agradecer).

  2. Leer las afirmaciones (siempre en tiempo presente o pasado y positivas, ejemplo: «Tengo libertad financiera» «Gracias porque ya soy libre e independiente económicamente» Hacer afirmaciones sobre temas que quieras incorporar y/o cambiar en tu vida, objetivos, metas, cambios de hábitos, etc).
    – Yo por ejemplo lo hago frente al espejo porque incorporo el ejercicio del espejo de Louis Hay.

  3. Cerrar los ojos y visualizarte a ti mismo en primera persona ya con tu objetivo cumplido, sentirlo hasta emocionarte, si lloras mejor (las emociones y sentimientos son los que atraen a ti las cosas que queres, sin emoción las palabras son vacías y por más que las repitas una y otra vez si no te lo crees no conseguirás nada, porque no quedan grabadas en tu inconsciente). Es importante que te visualices desde el resultado como recomienda Neville Goddard.

  4. Hacer ejercicio físico, el que te guste, correr, pesas, lagartijas, sentadillas, yoga, lo que sea que active tu cuerpo, tu cerebro.

  5. Leer por lo menos una pagina de un libro de tu interés, si es de autoayuda mejor, que justamente te ayude en tu proceso y te mantenga vibrando alto.

  6. Escribir lo que sientas en el momento, afirmaciones positivas… lo que quieras. Es sabido que la escritura terapéutica es muy beneficiosa y hay muchos ejercicios por los que se puede comenzar a utilizarla para drenar emociones, sanar, perdonar, cerrar ciclos y más, además de los beneficios que trae para nuestro cuerpo físico.

– El tiempo que le quieras dedicar a cada uno de los punto es personal, se puede incluso hacer un minuto por punto, con solo seis minutos al día ya completas tu rutina de mañanas milagrosas.
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Hace algunos años me encontraba desorientada en mi vida, no tenía un rumbo claro, no sabía que estaba haciendo con ella y solo sentía que el tiempo pasaba de largo, la gente que conocía avanzaba, cumplía sus metas y yo, y yo seguía en el mismo lugar, paralizada, estancada. Comencé a trabajar en mi desarrollo personal, auto-educarme, conocí la Ley de la atracción, con la práctica he ido perfeccionando mi habilidad de manifestación consciente. A pesar de cumplir varios objetivos, seguía sin conocer o darme cuenta de cuál era mi misión o propósito/s en esta vida. Me lo preguntaba todo el tiempo, buscaba las respuestas afuera, incluso aunque meditara, no daba con las respuestas que necesitaba, me di cuenta que las meditaciones que yo hacía no eran enfocadas o direccionadas a encontrar respuestas. Cuando me di cuenta de ello, comencé a meditar con propósito – para que mi yo interior y mis guías me guiaran a encontrar al menos un objetivo en mi vida, sabía que si conocía al menos uno el resto comenzaría a llegar en efecto cascada, porque la energía fluiría.

La respuesta no tardó más de dos o tres días en llegar, varias sincronicidades me guiaron al libro: «Mañanas milagrosas» de Hal Elrod. Lo comencé a leer y desde el minuto cero sentí una fuerte emoción de que ésta era la respuesta, era justo lo que buscaba. A medida que me adentraba en el libro, me di cuenta que los ejercicios que planteaba yo ya los practicaba pero por separado, me transmitió tal emoción que decidí hacer la rutina de treinta días para que mañanas milagrosas se volviera un hábito en mi vida, incluso antes de llegar a la parte del libro en el que él habla justamente sobre cómo crear nuevos hábitos. Yo me había propuesto utilizar este mes (febrero) como práctica, ya que no tengo actividades relevantes y me ayudaría a acostumbrarme a levantarme temprano. En épocas en que no tengo clases soy noctámbula, me duermo de madrugada y me levanto cerca del medio día.

En el segundo día de mañanas milagrosas, me di cuenta que no tenía propósitos y que si los planteaba la noche anterior me ahorraría tiempo en la mañana de pensar ¿Qué quiero hacer hoy? de lo contrario me volvía a dormir. Empece a hacer una lista de propósitos cada noche para el día siguiente, cosas que me motivaran hacer luego de la mañana milagrosa, una especie de habit tracker.

Con el paso de los días noto las diferencias, me levanto más animada y el día me rinde mucho más.

En resumen, estos seis ejercicios prácticos aplicados justo al despertar me ayudan a comenzar el día con un enfoque diferente y energía positiva. Desde la escuela madrugaba para ir a clase, luego en el liceo, la universidad en los primeros años, realmente odiaba madrugar – sobre todo en invierno – salvo en vacaciones, si en vacaciones! Cuando salgo de viaje amo madrugar, no me importa si son las seis o siete de la mañana, amo despertarme temprano, desayunar y salir a caminar todo el día para recorrer y conocer lugares nuevos, me gusta aprovechar el día al máximo. Con esto voy a que, Hal relaciona aquellas situaciones en las que madrugar no se te hace pesado como por ejemplo: las mañanas de navidad cuando eras niño, él dice que la intención de mañanas milagrosas es que todos los días te levantes con esa emoción y felicidad como si cada día fuera la mañana de navidad, te aconseja que busques en tus recuerdos esos momentos en los que sos feliz levantándote temprano y lo repliques cada mañana de tu vida. (Debo decir que era media escéptica al respecto, no creía realmente de que fuera a sentir cada día la emoción, pero no juzgue, simplemente lo hice).

«Los hábitos controlan tu vida si tu no los controlas a ellos»

21 días se tarda en cambiar un habito, máximo 30 días para que se instale definitivamente y forme parte de tu estilo de vida.

«La situación en la que estás es consecuencia de quien eras, pero donde acabaras depende totalmente de quien elijas ser a partir de este momento, es tú momento! No aplaces ni un día más lo de crear y experimentar la vida, felicidad, salud, riqueza, éxito y amor que realmente quieres y MERECES»

Vale las alegrías al menos intentarlo….

La hija de Gonzalo

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