1er Concurso "Dibujando por la vida": Rinoceronte Blanco

Hace unos días leí la noticia: “Sudán, el último rinoceronte blanco del norte macho del mundo, murió a los 45 años en Kenia”. Sólo quedan dos rinocerontes blancos del norte: Sudán fue trasladado en 2009 a esa reserva keniata de 36.400 hectáreas, donde vivía acompañado de Najin (su hija) y Fatu (su nieta), las dos únicas hembras de su subespecie que existen, y que son ahora los dos únicos rinocerontes blancos del norte que quedan.
El esperma de Sudán fue recogido horas antes de su muerte con la esperanza de que en el futuro pueda nacer a partir de su material genético un bebé de esta subespecie, que en 2008 fue declarada extinta en el medio salvaje.
Como muchos niños de mi época, crecí con juguetes que representaban a los animales de África, y el rinoceronte siempre fue uno de mis favoritos... por eso que me pareció oportuno utilizar este concurso para recordar esta majestuosa especie cuya extinción es prácticamente un hecho.

Es una subespecie de las dos que tiene el Rinoceronte Blanco. Su hábitat natural se encontraba en África oriental y central, pero la caza indiscriminada no sólo redujo su población de 500 a 15 entre las décadas de los años 1970 y 1980, sino que limitó su hogar a la Ol Pejeta Conservancy, una de las dos únicas reservas de vida silvestre en África que figuran en la Lista Verde de Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
El rinoceronte blanco es la mayor de las cinco especies de rinocerontes que existen en la actualidad, el cuarto animal terrestre más grande y el cuarto mamífero terrestre más pesado. Puede llegar a los 4,2 m de longitud, 1,85 m de altura y hasta las 4 toneladas en ejemplares más grandes. El apareamiento no se produce en una época específica, y las hembras paren una sola cría cada 4 o 5 años, cuando ya ha madurado la anterior.
Quedan vivos tan sólo dos ejemplares de esta subespecie en el mundo, ambos hembras, sin embargo, se ha recopilado el material genético del último rinoceronte macho vivo con la esperanza de realizar una fecundación artificial. Esta especie casi extinta sólo puede ser rescatada si los estudios de biogenética tienen éxito y se puede lograr la fertilización de al menos una de las hembras sobrevivientes, pues su reproducción no se logró por vías naturales.
Fuentes:1 2 3

¿Qué hacer?

La perspectiva de la casi segura extinción de una subespecie animal podría servir para hacer recapacitar a los líderes mundiales, pues si bien es cierto que la causa principal es la caza furtiva hay que ver el trasfondo. ¿por qué un animal debía salir a pastar con escoltas? ¿quién sería lo suficientemente demente para arriesgarse a que lo mataran por causa de un animal? La respuesta está en el hambre y la necesidad que se vive en zonas deprimidas del África, en donde una de las actividades para conseguir dinero rápido es servir de guía a cazadores en busca de trofeos o el mercado de partes de animales. Políticas sociales que favorezcan a los habitantes de estos lugares empobrecidos y campañas a favor de la protección de la bio-diversidad ayudarían a disminuir la caza furtiva.
La reacción a la caza furtiva tiene que ser integral y mundial; deben abordarse, entre otras cosas, las necesidades económicas y la falta de oportunidades. Por otro lado, debe rechazarse la cacería como pasatiempo, pues esto motiva el mercado. Esto debe debatirse entre los argumentos sobre la crueldad hacia los animales, la protección de especies en peligro y la caza controlada. Sin embargo, la glorificación de la cacería de especies grandes profundiza la percepción de que los animales silvestres son poco más que trofeos deseables, objetos de consumo llamativo para los ricos y no seres vivos que sienten.

MATERIALES: Hoja blanca reciclada, lápiz de grafito y colores

Abajo pueden ver el proceso de dibujo