El potencial en los negocios y en diferentes aspectos de la vida diaria del blockchain aún no se ha desarrollado en su potencial. Pero debido a las posibles disrupciones asociadas es importante dar seguimiento a sus avances y prepararse.
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Quizás la aplicación de la tecnología de blockchain más reconocida es la criptomoneda bitcóin. Sin embargo, esta tecnología viene ganando espacios en diferentes esferas cada vez con más aplicaciones y más actores involucrándose, y su impacto puede ser bastante significativo y disruptivo para los actuales modelos de negocios con potencial para el mundo entero.
Melanie Swan, fundadora del Instituto para Estudios de Blockchain, explica en su libro “Blockchain: Blue chain for a new economy”, publicado en el año 2015, cómo la tecnología blockchain puede ser considerada el quinto paradigma computacional disruptivo después de los ordenadores centrales (mainframes) en los setenta, computadores personales (PC) en los ochenta, el internet en los noventa, las redes sociales móviles en la primera década de 2000, y el blockchain en la década de 2010.
Por esta razón, Swan sugiere pensar sobre el blockchain como una tecnología de información avanzada con niveles técnicos de escalada sofisticación, con múltiples aplicaciones para cualquier forma de registro de activos, inventarios e intercambio, incluidas todas las áreas de la economía, activos tangibles e intangibles (ideas y patentes, cambio climático, datos de salud, reservas de hoteles, contratos, etc.).
De hecho, todos los récords públicos (propiedades, estados civiles, registros de carros, licencias de negocios, certificados de nacimiento y defunción, etc.) pudieran migrar a blockchain. Más aún, blockchain, explica Swan, es un nuevo paradigma de organización para el descubrimiento, valoración y transferencia.
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Analiza la autora que los beneficios potenciales del blockchain van mucho más allá de las transacciones financieras, y se extienden para enfrentar asuntos políticos, humanitarios, científicos y sociales del mundo real.
Por ejemplo, su aplicación para el manejo y coordinación de repositorios de datos públicos y la irrecuperabilidad de las transacciones, pueden ser un paso fundamental para avanzar y quizás reconfigurar diferentes aspectos de la humanidad.
En la conferencia de las Naciones Unidas para el cambio climático del años 2017, un grupo de expertos identificó el potencial del blockchain para enfrentar el cambio climático, ya que este permite una mayor transparencia y participación de diferentes grupos de interés para búsqueda de soluciones a este reto.
La iniciativa global abierta Climate Chain Coalition (CCC) (o Coalición de Cadena del Clima en español) -creada en diciembre de 2017 y que cuenta con más de 100 organizaciones alrededor del mundo- busca avanzar la tecnología de blockchain y otras soluciones digitales como internet de las cosas y big data para apoyar la movilización de finanzas climáticas y mejorar la medición, el reporte y verificación (MRV) para escalar las acciones climáticas para mitigación y adaptación.
El trabajo “Bitcoin: a peer-to-peer electronic cash system” que data del año 2008 de Satoshi Nakamoto, fue el que popularizó la aplicabilidad de blockchain para el desarrollo de una criptomoneda (blockchain). Una búsqueda en Google Académico sobre blockchain en septiembre 2018 da como resultado más de 44.500 publicaciones de estudios sobre esta tecnología en la última década.
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El blockchain o cadena de bloques se compone un ledger o libro mayor donde se registran todas las operaciones, cuyo control se dispersa entre diferentes computadores en la red, cada uno de estos con una copia de la cadena y con esto elimina la confianza en un solo administrador.
Adicionalmente, al ser un ledger público, las transacciones pueden ser consultadas usando algún explorador de bloques como por ejemplo https://blockchain.info/. Esta tecnología, que usa algoritmos auto-monitoreados y auto-gobernados, tiene la facultad de rechazar los intentos maliciosos de manipulación en el sistema.
Deloitte definió en el año 2016 a blockchain como otro tipo de base de datos para registrar transacciones que es copiada a todos los computadores que participan en una red.
La tecnología de blockchain hace que absolutamente cada una de las transacciones cree un bloque que se agrega a la cadena y sean registradas de manera lineal y cronológica con el día y hora de esta, y se le es asignada por el sistema un hash único (hash function).
Blockchain bloquea los intentos de transacción manipulados y los describe con una cadena alfanumérica resultantes de la codificación de datos usando criptografía.
Por esto, cualquier intento de falsificar uno de los bloques de la cadena implicaría manipular los bloques anteriores y con esto se garantiza la autenticación, transparencia y eficacia de cada transacción, y se aumenta la seguridad del mecanismo para intentos de modificar transacciones.
La adopción masiva y el desarrollo pleno del potencial de blockchain dependerá, según Fredrik Voss, vicepresidente de Blockchain Innovation en Nasdaq, de tener un ecosistema completo.
De acuerdo con el foro de política de la OCDE de blockchain, para alcanzar su potencial se requiere garantizar integridad de los procesos y requiere políticas y medidas adecuadas, y también enfrentar los posibles riesgos de su mala utilización.
Para esto, los gobiernos y la comunidad internacional jugarán un papel significativo en la creación de políticas y el entorno regulatorio de las bases de blockchain que sean alineados con los retos para promover mercados transparentes, justos y estables.
En un artículo publicado en la revista “Entrepreneurial Business and Economics Review” por lo autores Witold Nowinski (Polonia) y Miklos Kozma (Hungría) se identifica que la tecnología de blockchain crea valor a las empresas de diferentes maneras.
Primero vía mecanismos de autenticación de transacciones; segundo, mediante la disminución de costos, ya que elimina intermediarios que eran necesarios para operaciones y transacciones; tercero, mejorando la eficiencia operacional, disminuyendo tiempos.