El valor de una mujer En la vida de un hombre

Lo que más quisiera a través de este post, es que el Espíritu Santo te convenza de que definitivamente una de las cosas que debes aprender es a depender de Dios en cualquier decisión que tengas que tomar; sobre todo, en el momento de escoger a la persona que va a pasar contigo el resto de tus días. Nuestro Padre es el creador de todo lo que existe, Él es el único que todo lo sabe y todo lo puede, Él conoce tu pasado, tu presente y tu futuro, solo Él sabe que es lo mejor para ti. Querida princesa de Dios: ¿Te gustaría tener un matrimonio para toda la vida, hasta que lleguen a viejitos y que nada ni nadie los separe a pesar de las circunstancias que les toque afrontar? La clave es esa: "Cumplir el propósito de Dios". Quiero que sepas que Dios no diseñó a un hombre especialmente para ti. Como hombre me he encontrado muchas mujeres que en ocasiones no se creen lo suficientemente buenas como para que Dios cree a una persona solamente para ellas; pero a pesar de esto Dios sí tiene a un: "Hombre ideal e idóneo", mas sin embargo en este punto siempre considero que nos ha dado la libertad de escoger, de mirar, de gustar, de palpar, etc. y el aspecto de enamorarnos es algo que Dios en su Soberanía las respeta y es por esto que nosotros somos quienes tenemos que escoger a una persona que esté a nuestro gusto o tenga características de las que buscamos encontrar, mas sin embargo no debemos irnos a las primeras para luego no lamentarnos y a la luz de La Biblia se comprueba que debemos tener mucho en cuenta la dirección de Dios, como dice Su Palabra en Proverbios 16:9: "El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor". ¿Ves por qué es fundamental que Dios nos ayude a escoger? ¡Solos no podemos! Por lo menos yo no me quiero equivocar y me imagino que tú tampoco.

Ahora, volviendo al tema central de la mujer en la vida de nosotros los hombres primero vamos a considerar el siguiente texto: Cantares 5:2 "Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche". Nótese en cómo estaba la novia a la espera de su novio y consideremos la forma en como ella ve a su compañero (mi amado), y también la expresiones verbales del novio para con ella y eso lo analizaremos un poco tanto para ver importancia que Dios tiene en la elección de una pareja como el valor de la mujer en la vida del hombre:

1- "Hermana mía"...: Hermanos en Cristo- conexión espiritual: Antes que cualquiera cosa, lo primero es: ser "Hermanos en Cristo". ¿Esto qué significa? Ambos deben congregarse en la Iglesia, ser de yugo igual, estar sirviendo a Dios, estar dando frutos, tener una relación con Dios, tener como prioridad agradar a Dios: "Pero quiero que estéis libres de preocupación. El soltero tiene cuidado de las cosas del Señor, de cómo agradar al Señor" 1 Corintios 7:32. Significa que antes que cualquier cosa entiende que su área espiritual es lo primero. Teniendo en cuenta que nuestro ser está formado por: espíritu, alma y cuerpo, la primera conexión que debes tener con esa persona que te gusta es espiritual. ¿Cómo así? Que sus conversaciones giren en torno al Reino: respecto a su servicio, sus dones, su ministerio, su propósito; solo así sabrás si existe compatibilidad espiritual y sentarás unas buenas bases para el matrimonio.

2- "Amiga mía"... Amigos: Después de confirmar la conexión espiritual y vivir un tiempo como hermanos en Cristo, es fundamental entablar una amistad: conocerse, compartir más tiempo juntos, hacer cosas juntos, conocer a su familia, saber qué les gusta, qué no les gusta: todo con el objetivo de comprobar si tiene las características de un verdadero príncipe azul en el caso de la mujer o una princesa en el caso de nosotros lo hombres. Es sumamente importante que tengamos claro que en esta etapa, aún no podemos comprometer nuestro corazón; mucho menos tener contacto físico o darse besos. Lo correcto es que ambos oren; poner a esta persona en las manos de Dios: preguntarle a Él si es de Su agrado, si le gusta para ti, si está de acuerdo y sobre todo, confiar en Él y pedirle que se haga Su voluntad; Él te responderá. Te recomiendo que no des un paso sin antes recibir Su confirmación. ¡Pues en el área sentimental nadie se quiere equivocar!

3- "Paloma mía"... Noviazgo/compromiso- conexión del alma: Cuando confirmen la conexión espiritual, compruebes que tiene las características de un hombre que agrada a Dios, que Él les confirme a ambos que es de Su voluntad y reciban Su aprobación; asimismo que sepan que ya es el tiempo perfecto de Dios, es bueno que tengamos en cuenta que debemos tener paciencia. La confirmación de parte de Dios se puede tardar el tiempo que Él considere necesario y después de esto pueden dar el paso de iniciar un noviazgo con propósito de compromiso y matrimonio. Al dar este paso, significa que ya ves tu futuro junto a ese hombre o mujer, que ya no te imaginas con otra persona, que ya tomaste la decisión de querer compartir tu vida con él o ella. Es en este momento cuando involucras tu alma: es decir, que inicia una relación sentimental. Recordemos que en el alma están los pensamientos, sentimientos y emociones; en este punto es cuando empieza el enamoramiento mutuo. Es importante recalcar que cuando nuestros ojos están puestos en Jesús y tenemos una relación de amor con Él, la obediencia no te cuesta y es resultado de dicha relación; lo que más querrás es hacer Su voluntad y agradarle.

4- "Perfecta mía"... Matrimonio- conexión física: Después del compromiso, Dios pondrá en los corazones de ambos en Su tiempo perfecto, el deseo de unirse en matrimonio; asimismo, les confirmará a ambos a través de la oración, de la Biblia, de otros creyentes -que pueden ser sus pastores o autoridades espirituales y/o padres- y las circunstancias se irán alineando para que todo fluya y se dé para cumplir Su propósito.

Es importante resaltar que solo hasta este punto, después de que se casen, es que está permitido por Dios unirse como una sola carne y tener conexión de sus cuerpos: "Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios" Hebreos 13:4. El sexo está diseñado para el matrimonio y por eso es el último paso. El cuerpo es lo más temporal que tenemos, nuestro espíritu es eterno, por eso debe ser nuestra prioridad. ¿Y por qué no puedo tener relaciones sexuales con mi prometido, si igual me voy a casar con él? Porque Dios dice en Su Palabra que: "No es de Su agrado" y nuestro deber es cumplir lo que Él ordena y dice; así que por más que quieran deben recordar que esto no es negociable porque mejor es abstenerse que sufrir las consecuencias.

Conclusión:
El tiempo de la soltería es un tiempo hermoso donde principalmente tendemos a dedicarnos a la Obra de Dios, por el ministerio pero principalmente conocer a Dios través de su Hijo Jesucristo y por medio de Su Espíritu Santo, es una etapa hermosa para todo joven que hemos decidido estar desde muy temprano al Servicio de Dios, donde El forjara nuestro carácter, tomará el control y el dominio de nuestros sentimientos y emociones, donde nos estará preparando en ciertas etapas, esas etapas que forman el todo de un hombre y una mujer para que todo sea hecho en la perfecta Voluntad de Dios, y cuando hablo de todo no solamente me refiero a nuestro entorno y a los sueños y metas por alcanzar, me refiero también al punto central de esta redacción que tiene como enfoque la elección de ese hombre o mujer con quien quieres pasar el resto de tus días, me refiero al hecho de que será la persona con quien queremos llegar al matrimonio, formar una familia, tener ese fundamento en Cristo, un fundamento que mientras se mantenga en esta diferentes etapas te aseguro que todo saldrá mejor de lo que pensamos.
Procuremos no fijarnos solamente en una apariencia, que todo no sea porque te llama la atención, porque aunque la belleza es lo que predomina en esta sociedad también esta lo más importante y es ver el carácter de Dios en esa persona, y para ello procuremos una intimidad con Dios quien nos dará la visión correcta y nos hará ver las intenciones detrás de una palabras bonitas y una bonita apariencia.