Desayuna: Nunca olvides ingerir alimentos en la mañana, debido a que te darán la energía necesaria para realizar tus actividades. Puedes prepararte un yogur con trozos de fruta fresca y granola.
En el almuerzo Sustituye lo frito por lo asado: Evita los alimentos fritos o que se cocinen con mucho aceite, en su lugar ingiere platillos hechos en parrilla, al horno o hervidos.
Come pescado: Incluye salmón, sardina y atún fresco en tus alimentos. Este tipo de productos del mar son altos en nutrientes esenciales como el Omega 3, que ayuda a prevenir las enfermedades del corazón.
Reduce la ingesta de carne: Trata de no consumirla dos o tres veces a la semana; puedes sustituirla con legumbres y granos. También, disminuye tu consumo de grasas, colesterol y aumenta el de vitaminas, minerales y fibra.
No te olvides de la cena: Por las noches ingiere alimentos ligeros, que no alteren tu sueño. como una pequeña ración de nueces.
Aumenta la fibra: El consumo promedio de alimentos de este tipo es de 20 a 38 gramos por día para hombres y mujeres.