El punto de partida que transformó las distintas Estructuras y Superestructuras del Japón en el siglo XIX, que fue un cambio revolucionario dejando atrás al feudalismo de características asiáticas, para dar el paso a un capitalismo con las peculiaridades propias de una cultura aislada por mucho tiempo como lo fue la japonesa, fue la reforma burguesa de “MEIDJI” en el 1868, marcó una división entre distintos periodos en el desarrollo de la humanidad.
Comenzando la ola de reformas burguesas, en 1869 poniendo fin a la fragmentada situación política, se ordenó a los señores feudos poner en disposición sus bienes al servicio del MIKADO (término para referirse al Emperador de Japón), en 1868 para ayudar a la formación de pequeñas empresas con la disolución de trabas para entrar a distintos mercados, los gremios y las corporaciones comerciales se disolvieron, en 1971 se fundó el servicio de correo Japonés, junto a la apertura de las puertas del país a Kapital extranjero, en 1972 se inició la tarea de formar un ejército moderno para futuras conquistas, con la promulgación de la ley de servicio militar obligatorio, en 1872 se plasmó en ley un seudo-progreso por la igualdad, que planteaba la igualdad de todos los súbditos ante el MIKADO, y se abolía la discriminación estamental, en 1872 se reconoció la libertad de comercio e inmigración de los súbditos, en 1872-1873 con la reforma agraria la tierra se volvió más accesible al capital, ya que fue redistribuida por una gran expropiación en nombre del MIKADO, y dada a los campesinos, aunque, tan solo en los primeros 10 años después de la reforma, el 70% de los labradores eran arrendatarios o semiarrendatarios, en 1872 se le concedieron pensiones a los samuráis, en 1872 se abolió el subsidio de arroz, en 1873 el impuesto de la tierra fue establecido en dinero.
Este conjunto de reformas aceleraron el crecimiento económico del Japón, por las obvias ventajas del capitalismo frente al feudalismo, pero este tipo de régimen económico por las propias necesidades que requiere y el entorno geográfico donde se encontró, favoreció una corriente de pensamiento político expansionista por la búsqueda de recursos, que no tenia Japón en su territorio, que culminó con un régimen fascista hasta el 1945.
Referencia: Libro - La primera fase del imperialismo – Y. F. AVDAKOV, F.Y.POLIANSKI – editorial GRIJALBO 1969.
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