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Hola Steemit!

Siempre estuve convencida que las bodas no iban conmigo, mi carácter y temperamento me decían que si me casaba me vestiría de rojo y mi familia no me apoyaba y luchar contra eso era imposible. Después conozco a Camilo Seguí (Lía Rodríguez dos). A solo un año de conocernos en lo que yo manejaba camino a casa me propone matrimonio, falto poco para provocar un accidente (a quien se le ocurre pedirle matrimonio a alguien mientras este conduce).

A partir de ese momento, sentimos las ganas de casarnos con boda, lo que si estábamos seguros era que no podía ser una clásica boda. Ese día fuimos a bucear y saliendo del agua los dos a la vez (no sabemos cómo) dijimos, vamos hacer la boda abajo del agua.

En solo cuatro semanas movilizamos todo, enseñamos a parte de la familia a bucear para que pudieran estar con nosotros, notario buzo y padrinos buzos. Entonces solo faltaba la fecha y fue TATARATAAAAN “14 de febrero” 2017 (día del amor). Para nosotros no podía ser más perfecta.

El día de la boda llego y junto los nervios, mucha organización y preparación y nos damos cuenta que el margen de error era cero, nada podía salir mal. Llegamos al Club de Buceo Mar Abierto y nos sorprende que estaba lleno de buzos, claro está todos los buzos que supieran de la boda estaban invitados y por lo que vi ninguno se la quería perder. Ya estábamos tranquilo, la energía en el club era muy linda.

Llego el momento de entrar al agua, volvieron los nervios, todos estaban abajo, solo faltaba yo y mis oídos no querían compensar la presión, volvieron los nervios y después de varios intentos compensé la presión y bajé a los diecisiete metros de profundidad donde estaba preparado el "salón". A partir de ese momento todo fue muy divertido.

Subimos a la superficie muy emocionados y saliendo del agua por "tradición" nos tiraron arroz lo que provoco que al estar mojada se hinchara y se pegara a mi pelo (necesité cuarenta minutos para podérmelo quitar), en ese momento nos enteramos que el papá de Camilo que tiene setenta y dos años se quedó sin aire a diecisiete metros de profundidad abajo del agua, como dice él “estuve con ustedes hasta mi último aliento” jajaja, se ganó la admiración de todos por su calmada y controlada reacción.

Regresamos al club, brindamos con vodka a nuestro estilo y a partir de ese momento no recordamos más nada jajaja, solo que fue el mejor día de nuestras vidas!!!

Besos a todos,

Lía Rodríguez The Cuban Insider

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