La lucha de los campesinos contra los señores feudos, característica del periodo feudal que actúo como principal fuerza de transición junto con las demás contradicciones antagónicas para sepultar el feudalismo francés, como ya lo había hecho en Países Bajos en el siglo VXI o en Inglaterra durante el siglo XVII. Esta fuerza social de insurrección contra la oligarquía déspota, fue la causante de la llegada al régimen capitalista, ya que las masas populares ignorantes y desorganizadas por sí mismas, eran dirigidas por las capas recién formadas de la burguesía, estas revoluciones mal llamadas “burguesas” son los primeros pasos de un nuevo orden, que sería controlado por una nueva clase social.
A finales del siglo VXIII, la monarquía francesa había sido Eliminada, (por lo menos de momento) y en el periodo posterior a la revolución las trabas que habían sido eliminadas por la caída de los señores feudos, no se notaban en el hábito económico aun, la comida, en este caso la principal pieza que componía toda dieta de un francés el pan, escaseaba por las malas cosechas, la burocracia de turno formulo una solución digna de un premio “Nobel de Economía”, la implantación de una ley de máximos que fijaba el precio del grano por cada distrito, sumándose a esto los campesinos eran obligados aceptar “vales” según su precio en términos nominales y no reales.
Estas medidas no tardaron en generar lo predecible, la escasez más aguda y la creación de un mercado negro, cuenta una anécdota de la época que los comerciantes iban de puerta en puerta en los barrios más ricos ofreciendo los alimentos del mercado negro a los únicos capaces de comprarlos a precios por encima de lo legal. Los controles de precios pueden estar buscando favorecer a las clases más pobres, pero terminan empobreciéndolas ya que desincentivan la producción de los bienes necesarios para la vida de las clases populares y los vuelven más caros, salvándose de esta depauperación las clases aburguesadas y las élites.