Una de las formas más enriquecedoras que nos permiten crecer es atrevernos a experimentar, dicho comúnmente “hacer cosas diferentes” a las que estamos habituados.

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Muchas personas pensarán de seguro en los extremos, como lanzarse en paracaídas, ser lo más extrovertido posible o escalar la montaña más alta…la verdad no se requiere de eso para empezar a experimentar cosas buenas.

¿Interesado en saber lo que viene?, pues toma asiento, see see! ha llegado otro post reflexivo de tu Team favorito: el @emeeseese.

¿Por qué es recomendable hacer las cosas de formas diferentes?

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El simple hecho de hacer algo nuevo ya es ganancia, más sin embargo si eres de los que se van poco a poco puedes empezar haciendo las mismas cosas pero de manera diferente.

Esa es la gran diferencia entre nosotros y las máquinas que aunque realicen el trabajo a la perfección están programadas para hacerlas sin salirse de la orden.

A continuación te explicamos el por qué de esto:

1.- Hacer las cosas de forma diferente a través de la experimentación estimula zonas específicas del cerebro que probablemente no estarían siendo activadas con la simple rutina del día a día (un cerebro activo te mantiene joven y alerta, aumentando tu capacidad de aprender con facilidad) esto te aleja de la degeneración neurológica y enfermedades asociadas.

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2.- Aprendes a conocerte más, pues ya sabes cómo reaccionarías si tomas siempre el mismo camino, comes a la misma hora y lees libros habitualmente de temas muy relacionados, sin embargo si “giras la tortilla” y agregas un poco de incomodidad fuera de tu zona de confort verás una versión de ti que de seguro aportará nuevos datos, sentimientos y emociones a tu banco de memoria.

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3.- Tendrás una nueva visión de la vida, lo que te permitirá conectarte con otros millones de personas que han tenido experiencias similares, por eso vemos grupos en las redes sociales de “amantes de los animales, amantes de aventuras al aire libre, fanáticos musicales, hinchas de diferentes equipos, expertos en tatuajes, lectores de géneros muy específicos, los asiduos a lo natural y holístico, los tradicionalistas y pragmáticos, en fin hay de todo en la viña del Señor”.

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4.- Salirse de los espacios habituales, o si no se puede moverse de forma distinta en los mismos espacios puede darte otra perspectiva, pues tal como dicen los grandes místicos, todo lo que sabemos del mundo lo conocemos de acuerdo a nuestra percepción única del exterior.

Y...¿Cómo puedo comenzar a hacer cosas nuevas?

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¡Bien!, te dimos la opción de que fueras poco a poco, ir cambiando la forma de hacer las mismas cosas, inclusive te explicamos los beneficios que esta clase de practicas ofrece. Más sin embargo, es hora que decidas dar ese nuevo paso.

Tranquilo(a) seremos testigos y te sostendremos como el padre que sostiene a su bebé de brazos cuando pasa de gatear a caminar.

Y para que vean que somos generosos con lo que aprendemos, te dejaremos algunos ejemplos que pueden ser el comienzo de una nueva forma de ver la vida:

• Atreverse a hacer contacto con otros seres humanos de forma más emotiva (para el caso de aquellos tímidos) o evitar el drama cuando has estado acostumbrada a hacer una telenovela de cada simple conversación, gesto o vivencia de tu día a día es un comienzo.

• Tomar la iniciativa para llamar, invitar o aportar ideas en el trabajo es otra opción.

• Irte caminando de vez en cuando a lugares en los que es habitual irse por otro medio.

• Cepillate con la otra mano, usa tu brazo menos predominante y puedes hacerlo para los dientes o para el cabello.

• Baila con los ojos cerrados por unos minutos, sólo sintiendo el giro.

Y...si aun tienes dudas de las tantas cosas que puedes hacer.

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¡Recuerda! que nunca es tarde para empezar a hacer cosas nuevas, las limitaciones más que físicas son mentales. Igualmente, no te dejes encasillar en convencionalismos propios de ciertas culturas, de ciertos géneros o edades.

Tu eres el dueño de tu vida y por tanto del tiempo que te dedicas a crear experiencias que te transformarán. Siguiendo con los ejemplos podríamos agregar:

• Dejar de reaccionar a todo, simplemente deja pasar algunas emociones impulsivas, te ahorrará muchos inconvenientes.

• Hacer silencio, de seguro esto sorprenderá a muchos, sobre todo si eres de los que habla y habla sin parar.

• Respirar conscientemente, te ayudará a conocer tu capacidad pulmonar y saber hasta dónde los pulmones están cómodos.

• Pon los pies en la tierra, literalmente….quítate los zapatos y pon las plantas de los pies en la tierra, grama o césped, esto te ayudará a mejorar la vibración energética de tu cuerpo.

• Aprende algo completamente distinto a lo que académicamente has estado acostumbrado, aprende algo que no tenga nada que ver con tu currículo, sólo por placer.

• Duerme más los fines de semana.

• Escribe lo que te gusta en un papel, sin importante el qué dirán, el papel nunca te juzgará.

Algo muy importante que debes considerar es que No se trata de amar todo aquello a lo que te enfrentes, evidentemente hay experiencias que sacarás de tu vida justo luego del primer intento, sin embargo podrás decir: ya lo viví y no me encantó o... ¡descubrí que era una experiencia maravillosa!.

Sea cual sea el caso, conócete más, dedícate más tiempo, al final eres la persona más importante en tu vida. Por ahora nos despedimos dejándote la siguiente reflexión: ¿te has dado el permiso de hacer cosas nuevas? ¿Has realizado actividades que te han dejado más alegría de las que esperabas?