Lo que implica un Ego Espiritual.

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Son muchas las emociones y sentires que puede causar el ego espiritual, en el caso de la definción que nos ha dado Sergi Torres podemos concluir que "la negación de lo que realmente se siente por pretender ser alguien espiritual" nos aleja de encontrarnos con sí mismos y de no ocurrir esto pues no podremos aceptarnos tal cual somos e inclusive estamos negando la posibilidad de mejorar ciertos aspectos de nosotros.

Aunado a esto, debemos aprender a identificar cuando es el ego quien está hablando y la potestad que le damos para manejar las acciones o inacciones de nuestra vida.

Suena algo confuso lo que se dice, pero leyendo e internalizando cada frase detenidamente podemos entender lo que ellas expresan.

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¿Qué ejemplos podemos darle sobre esto?.....

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Distinto a la arrogancia, el egocentrismo y otras características poco agrables en un ego exacervado, los ejemplos que identifican un ego espiritual son otros.

Por esta razón podemos ver ejemplos como: sacar juicios, excluir, pensar que se goza de la verdad absoluta, creer que se tiene a Dios agarrado por la barba (como dicen coloquialmente), ser orgulloso, hipocresía, incoherencia entre lo que se dice y lo que se hace, así como incoherencia entre lo que se sice y lo que se siente realmente, entre otros ejemplos.

De igual forma, en los párrafos siguientes reafirmaremos estos y otros ejemplos negativos de un ego espiritual.

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¡Recuerda! Un ego espiritual puede sacar a la luz emociones y sentires como:

Cuando se trata de emociones y sentires vinculados al ego espiritual existe una amplia gama, sobre todo porque podemos estar en cualquiera de los lados de la tortilla (como coloquialmente se dice).

Bien podría decirse que la deshumanización (hablando de extremos lejanos) o la falta de empatía (en casos no tan extremos) puede ser el resultado de un ego espiritual.

De igual forma, las personas que sólo se creen dueños de la verdad y por ende tienden a catalogar y enjuiciar a otros partiendo de su verdad bien pudieran incluirse como otro ejemplo de un ego espiritual.

El equipo de investigación del @emeeseese ha conseguido un ejemplo de un ego espiritual y las consecuencias que este ha acarreado.

Esta historia fue narrada en origen por el amigo de una de las integrantes del Emeeseese Team, los nombres fueron cambiados por respeto a la privacidad de cada historia:

Cuenta Luis que muchas fueron las razones por las que se sentía frustrado con su familia, su esposa e hijas no consideraban relevante que todo se hiciese como él consideraba que debía hacerse, cosas tan sencillas como lavar la vajilla al momento, como salir puntualmente, se fueron convirtiendo en cubos de hielo que poco a poco fueron enfriando la relación entre ellos.

¿ Por qué les costaba tanto hacer las cosas como él pedía?

Aunque pareciera exagerado este hecho era protagonizado por un ego espiritual y como respuesta a la falta de obediencia vino el alejamiento en comunicación, en acción y en empatía.

Luis se sentía que sus acciones estaban lógicamente justificadas y por ende las peticiones de la familia no serían complacidas así como no eran complacidos sus deseos.

María, su esposa decidió emprender un nuevo futuro para ella y su familia en otros horizontes, ella decidió partir a pesar de la no aprobación de Luis y aunque muchas fueron las preguntas que esta le hizo para verificar si aun existía algo de amor entre ellos, el corazón de Luis se había enfriado.

Durante 8 meses no hubo comunicación entre ellos, Luis no veía la necesidad de mantenerla porque estaba decepcionado de las miles veces que se comunicó para dar ordenes sin obtener exito. Hasta que... con empuje de una amiga de Luis, este decidió comunicarse con María y mientras esto sucedía con terror y tristeza se dio cuenta del error que había cometido.

María, le hizo ver los tantos años que trató de que él viera que lo importante no era tener la razón sino crear lazos emocionales con la familia, que en cualquier ámbito la negociación es necesaria y que muchas veces "amar" implicaba ceder.

Evidentemente ella le hizo saber que no estaba interesada en mantener una relación sentimental con alguien que había dejado enfriar su corazón a tal punto de dejar que el silencio hablara cuando las respuestas eran necesarias.

Hoy por hoy, Luis se debate entre el arrepentimiento y la culpa. Arrepentimiento por no poder echar el tiempo atrás para cambiar las cosas, porque en efecto todo era más sencillo de lo que él se imaginaba, se trataba de vivir y sentir. Culpa por no haberse dado cuenta de las necesidades emocionales de los demás por sólo escuchar a su ego espiritual que bien le decía que sus actuaciones estaban justificadas.

Por cierto, esta historia aun se escribe, Luis está luchando por tener una 2da oportunidad.

Y hablando de culpas que nacen a raíz del ego espiritual, hemos conseguido otro vídeo de Sergi Torres que bien lo explica, esperamos que disfruten del tono de voz del expositor, así como también de los 12 minutos de explicación que nos regala.