Si no habías escuchado anteriormente el proverbio zen que dicta: Cuando el alumno está preparado, aparece el maestro y tomas literalmente cada palabra, quizás estés pensando:

Cómo aparecerá un maestro sólo cuando esté preparado el alumno? si fuese así mi maestro de la escuela sólo hubiese aparecido a la hora de presentar un examen y si acaso 🤣

Pero lo cierto es que esta forma de pensar no tiene nada que ver con todo lo que encierra el proverbio, por esta razón te invitamos a que tomes posición de loto, hagas tres respiraciones profundas, porque ha llegado otro post reflexivo de nosotros, el Emeeseese Team

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¡Entonces! ¿Cómo se explica el proverbio?

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En este caso, la frase "estar preparado" debe entenderse con "estar dispuesto", "estar aperturado" a recibir el conocimiento, por tanto, la misma es aplicada a la vida misma, al crecimiento interior, más que a la consecución de un fin académico o al logro de una buena calificación.

A continuación, ejemplos adaptados a la vida real:

Quizás hayas leído alguna vez algo que no haya tenido trascendencia o hayas sido partícipe de una conversación que no tuvo relevancia para ti en ese momento, hayas conocido a personas a las que no le diste el valor que realmente debiste darle... en cualquiera de los casos dejaste pasar el conocimiento.

Si fue así, no te angusties, simplemente no era tu momento de entenderlo, porque en estas cosas del saber y de la consciencia humana no estar aperturado es igual a estar ciego, porque sencillamente..... no lo vemos.

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Sin embargo, cuando sea tu momento,"el momento de aprenderlo", leerás las mismas lineas y la comprenderás de una manera distinta, escucharás completamente el mensaje que se te ha dado, comprenderás el porqué ha llegado esa persona a tu vida, en cualquiera de los casos abras abierto los ojos y verás de manera consciente que existe un mensaje, habrá aparecido una lección que aprender aplicable además a cualquiera de los ámbitos de tu vida.

¡Entonces! ¿Un maestro puede aparecer de diferentes formas?

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Absolutamente ¡sí!, un maestro puede ser las líneas de un libro que haya llegado a tu vida de la manera más sorprendente, puede que siempre lo hayas tenido y nunca te diste cuenta de su existencia hasta ese momento, puede que hayas escuchado un tema repetidamente y de manera inesperada haya llegado el libro con un título similar, puede que otra persona lo esté leyendo y te lo comente, entre otras formas.

Igualmente, un maestro puede ser una película que acabas de ver, o que esté pendiente de ser vista y porque no... un sólo diálogo de una película que en ese momento hizo "clic" dentro de ti.

Los maestros pueden aparecer de la manera que menos imagines, puedes incluso ser un partícipe pasivo de la conversación de otras personas ( y en esas palabras hallar conocimiento), puedes observar a lo lejos la reacción de varias personas y que estas te permitan evaluar la manera en la que tu reacciones ante la misma situación.

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Los maestros de vida siempre están allí, a tu alrededor, puede ser la letra de una canción o la vida del cantante que la interpreta, puede ser un post que hayas leído o la imagen de una valla publicitaria, hasta el comportamiento de los animales, cada uno de ellos contienen la información que necesitas para alcanzar un nivel de consciencia aun mayor.

Maestros que nos causan dolor

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Sin querer dejar a un lado a "las personas" que se convertirán en tus maestros (no porque ellos se propongan serlo) sino porque tú debes aprender algo de ellos. El Universo o como lo quieras llamar siempre pone en tu vida personas que por proyección tu has atraído porque sin duda debes aprender una lección de ellos,

Seee, seee esas lecciones de vida que no te dejan una calificación pero si cicatrices y huellas.

Las personas que han pasado por una relación tormentosa les cuesta creer que ellos mismos atrajeron a esa persona que les hizo la vida de cuadritos, se niegan a la idea y no aceptan que escogieron a alguien que los haría sufrir, pero realmente es así, hay lecciones de vida que son duras y está en nosotros aprender y salir de la lección sin albergar odio ni dolor, para ello es importante perdonarnos a nosotros por haber escogido esa manera tan dura de aprender y perdonar a la otra persona, entendiendo que sólo fue un maestro que me mostró algo que no quería ver en mi.

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Por tanto, para ser un alumno debemos dejar a un lado el papel de víctima y ser observador de lo que está ocurriendo y lo que se me está mostrando.

Lecciones como: amarte a tí mismo, darte tu lugar, empoderarte de tu vida, accionar en vez de reaccionar, valorarte, son alguno de los aprendizajes que deja un maestro que nos causó dolor.

Maestros que aparecen como si fueran ángeles.

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De repente has vivido situaciones en las que has pensado:

Esa persona apareció como un ángel caído del cielo justo en el momento que lo necesitaba

No sólo porque te ayudó o ayudará a resolver algo sino también porque dejó una experiencia que te hizo entender que cuando el alumno está preparado, aparece el maestro y en ese momento tomas un segundo aire y percibes la realidad de otra forma. Inclusive, aunque los quieras conservar en tus vidas y te cueste entender que deben partir, debes estar claro que ellos llegaron sólo para mostrarte algo que debías aprender.

No te preocupes que cuando un alumno ha aprendido una lección inmediatamente aparecerá otro maestro que llegará con un conocimiento aun más profundo.

Lo importante es estar preparado y querer siempre ser un alumno.

Y...¿que pasa cuando no quiero aprender nada?

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El Universo es tan perfecto, que aunque te niegues a aprender una lección está aparecerá y aparecerá y se repetirá con distintas personas, en distintos escenarios hasta que por fin puedas darte cuenta que hay algo que debes superar, algo que se resolverá a partir del cambio interior, específicamente tú cambio no el de los demás.

Por esta misma razón, existen personas que crean círculos viciosos con otras personas o situaciones y ven la solución en el cambio que otros puedan tener y no en el propio.

Así que amigas y amigos, de ahora en adelante seamos un poco más observadores e identifiquemos cuales han sido nuestros maestros, quienes han aportado la oportunidad de aprender (bien sea de buena o mala manera), estemos atentos a preguntarnos ¿que se me está mostrando? ¿que debo aprender de esto?

Aceptemos con humildad que debemos cambiar para ser mejores y no nos enfoquemos en ser maestros de otros, porque la lección es individualizada, interior y propia, enfoquemonos en ser alumnos y en recibir con gracia a cada uno de nuestros maestros.

¿y tú? ¿que opinas de esto?