-Santa Teresita del niño Jesús-
Leo quedó huérfano de madre; aunque su padre nunca apareció; heredó unos pocos trastes, una máquina de costura que tal vez no servía; el rancho donde su madre falleció, era ajeno; al terminar el sepelio, le dijeron: -ve y recoge las cosas de tu madre-
Leo, vivía con una comadre de su mamá, para que él pudiera estudiar en el pueblo; pero al quedar sólo, ya no tenía quién lo mantuviera. El dueño de la parcela le dijo: -si quieres vive en la habitación que era de su madre, desde que me pague la misma renta, agua y luz por aparte, te puedes quedar. Al revisar las pocas pertenencias de su mamá, observó, además de la vieja máquina, unas costuras sin terminar; y la imagen de una virgen.
-Madre Teresa de Calcuta-
Tomó la imagen, la limpio y se acordó que su madre le oraba todas las noches; se arrodilló y estas frases le salieron: ¡no te conozco, sé que ayudabas a mi madre, sabes que no heredé dinero y aún no se trabajar, por favor muéstrame como me puedes ayudar, gracias, querida virgen, si es que existes!
Durmió en el suelo tranquilamente; y al levantarse sintió un calor extraño y una voz: ¡ve entrega esta costura y pide más! -la tierna voz se desvaneció-
-Mañana continuaremos y veremos cómo le cambió la vida a Leo-