En esto me inspire para escribir y maquillarme!
Del cacique valiente guerrero, quien luchó con bravura hasta el fin, hoy tu nombre se alza hasta el cielo, victorioso, viva Maturín. -Himno del estado Monagas.
Aquella reina se llamaba Yarúa. La dominadora, la dueña de las feroces cohortes maturines. La reina de la tribu de los Maturines, cuyos ejércitos favorecieron la retirada de las diezmadas tropas teques. Era aquella la reina porque el gran cacique había muerto. Era ella su hija predilecta. Era alta, bien formada, su piel tostada inconfundible, de espesa cabellera que se le desbordaba ensombrecida por la espalda como una lóbrega bandera. Llevaba pintada su cara y en su frente un reguero de piedras preciosas, adornadas las orejas, el cuello, los brazos con las mas ricas y lucientes galas de sus selvas. Hasta los pies vestida de un caprichoso tejido de plumas de los mas vistosos y alegres colores, Empenachada la cabeza por un soberbio airón blanco que resplandecía al sol con los mas raros y peregrinos tonos de ópalo y nácar.
No solo era hermosa sino también valiente. Ella y su madre Yarura lucharon con el cacique oriental Maturin codo con codo, por la independencia de su raza y de su tierra.
Venezuela, tierra de valientes, ha tenido su cuota de mujeres que han participado, codo con codo y a la par de los varones, en las luchas por la independencia del suelo que las vio nacer. Las mujeres Venezolanas no solamente lucharon y luchan aun a sangre y fuego junto a sus hombres, además, también son madres y en muchos casos padres a la vez, son enfermeras, maestras, doctoras, peluqueras, arquitectos, secretarias, trabajan en la calle y en la casa, se ganan su propia vida y la de sus hijos, son responsables de su educación, comida, ropa, casa y hasta son consideradas culpables por los errores de sus crías. Se les exige que además de todo eso, sean excelentes esposas, bellas, estén siempre bien vestidas y a la moda, esbeltas y elegantes; conserven la casa impecable, sean eficientes en sus trabajos y encima, mantengan siempre el buen humor! Y no es que los hombres venezolanos sean menos, pero déjenme decirles que por algo nuestro país tiene nombre de Mujer..