Para que esté siempre en tu memoria presente. Porque las cosas viven en la mente siempre...
No sé si sean muchos o pocos aquellos que leerán estas líneas que siempre buscan ir más allá de las cosas, por otros lados verán las cosas de las imágenes y pensarán que es una imagen fea, pixelada y de baja calidad, la verdad hoy no se trata del tema de la fotografía, sino que a pesar de ello, que es cierto, hay que ser muy sinceros en cada oportunidad de la vida, de lo que se trata de algo mucho más profundo que quiero compartir con uds, se trata de llevarlos a reflexionar de forma continua y profunda, hacer reflexiones de sus actos sus resultados y vivencias adquiridas, no se refiere a cambiar lo que pasó sino saber que hemos hecho bien que nos ha marcado para seguir adelante.
Comprender el valor de lo vivido y perfeccionar nuestra vida nuestro pensamiento y obra para seguir evolucionando en base a alcanzar nuestros sueños más profundos, saber que todos tienen buenas y malas rachas, que todos tenemos problemas y eso no significa que nuestros problemas sean más pequeños o más grandes que los problemas de los demás sino darle justamente el espacio e importancia que se merecen.
Es fácil entenderlo con un ejemplo, para una persona que tiene miles de manzanas, una manzana no es de gran importancia, pero para una persona que tiene por ejemplo solo un par de frutas o un par de lo que sea, por lo que por consiguiente el tener que perder una de ellas sería en sí mismo un mal o un problema mayúsculo.
Por ello, y por lo mismo es lo que podemos ver que pasa con los problemas, con los logros con las metas y con cada cosa en nuestra vida, debemos aprender a valorar lo nuestro y la vez a saber que los demás también valoran lo suyo, y es imposible saber cuánto significa para ellos porque no estamos en sus zapatos, no subestimemos ni lo uno ni lo otro.
Pero tampocos nos empoderamos en la tiranía de mi mundo y mi verdad para avasallar a otros, porque terminaremos en una ausencia de toda presencia de razón, lógica, sociedad, humanismo, cariño y personalidad como ente de racionalidad alguna. Veamos las relaciones.
Salgamos de nuestra propias autoconciencias y zonas de confort, pero respetemos si los demás no lo hacen por el momento.