Y nosotros seguimos apostando por ti, ¡Venezuela!. Acróstico.

Y ahora que casi ni nos vemos.

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Nativos somos, sí, odiosamente apegados,

Olvidamos aquella conseja familiar:

Siempre juntos en las buenas y en las malas.

Ocurre que al ver alrededor:

Todo ha cambiado.

Raíces nuevas saldrán en otros lares.

Ofreciendo eso que somos, eso que siempre fuimos.

Somos nosotros, los mismos.

...

Sueños interrumpidos vueltos pesadillas.

Enfermos unos de “frenesí de amor” y otros que creen

Ganar fuerza horadando en el dolor.

Urge encontrarnos nuevamente,

Iguales pero diferentes.

Mudados solo por fuera.

Obligados por las circunstancias.

Siempre añorando el regreso.

…

Ahora que dejan el hogar vacío,

¿Por dónde comenzar a recoger las hojas muertas?

Otra vez toca recomponer el nido.

Sobrios, nunca mustios,

Tus mayores celebran tus progresos,

Aplaudido en tierra ajena.

No valorado en la nuestra.

Dones te fueron entregados,

Obsequiados por tu tierra

…

Por donde vayas,

Ondearás nuestra bandera,

Roída pero completa

…

Temblarán tus manos al oír tu himno

Invitarás a otros a conocer su letra

...

¡Valiente!, solo así puedo llamarte.

Entusiasmado en cumplir tus metas con nuestro cariño como trofeo.

Novato en dejar recuerdos, te ausentarás a la fuerza,

Enemigo de pleitos y tristezas.

Zarpan antes tus pensamientos a aprender todo lo nuevo

Urge conocer primero para poder ayudar

Esconder los miedos y temores, negarse a soltar el llanto.

Las lágrimas, ya saldrán solas, cada vez que

Ahogue la añoranza, todo tiene su momento.

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