Hace algún tiempo escribí un post sobre las “Pequeñas casas de amistad”, pueden ver el artículo haciendo clic aquí. En esa publicación hablé sobre la ingeniosa forma de comunicación y ayuda entre los pobladores de la vasta región de la Patagonia Austral que funcionó con gran éxito en el pasado y que hoy se mantiene solo por tradición. En esa misma línea existe (y esta sí continúa en funcionamiento) otro sistema adaptado para esta zona.
El enorme territorio que compone el extremo sur de América Latina está compartido por Chile y Argentina tiene una pequeña fracción, la occidental, que es fértil y húmeda, con grandes bosques y plena de lagos y ríos que posee una mejor infraestructura de comunicaciones debido fundamentalmente a su desarrollo turístico, pero la mayor parte de ese territorio es árido y seco, con un clima frío surcado por vientos fuertes la mayor parte del año. En esta enorme extensión de territorio la población es escasa y diseminada de tal manera que uno puede recorrer decenas de kilómetros por polvorientas rutas sin encontrar un solo ser humano.
En ese escenario los pobladores debieron ingeniarse para mantener un mínimo de comunicación entre sus amistades y familiares, una de las formas que idearon fue mediante la utilización de la radiodifusión, algunos adquirieron sus propios equipos de UHF pero esto no estaba al alcance de cualquiera y su utilidad fue muy limitada, entonces la radio AM pasó a tener una mayor aceptación y estaba al alcance de todos, así nacieron los “mensajes al poblador”. Para ello fue necesario contar con una emisora cuya potencia de equipos y señal cubriera lo más posible ese territorio y en ese contexto "LRA Radio Nacional" fue la única que tenía esa capacidad.
¿Que son los mensajes al poblador?
Cualquier persona podía y aún puede hacer llegar un mensaje a la radio por cualquier medio y en determinados horarios el mensaje es trasmitido, los pobladores de zonas lejanas escuchan en esos horarios y de esa manera se enteran si hay alguna noticia para ellos.
Los mensajes pueden ser de cualquier tipo, avisos de visita, resultados de una cirugía, reclamos, envío de medicamentos o herramientas y otros mensajes que alguien desea enviar a otro que aguarda por ellos.
Es un servicio gratuito que llega prácticamente a cualquier parte del país pero que en la Patagonia es una costumbre muy arraigada en aquellos lugares donde el teléfono no existe o la señal de celular es nula y el correo postal puede demorar varios días.
En esta época se publicita mucho que estamos atravesando la era de las comunicaciones y en las ciudades eso es totalmente cierto pero que debido a la famosa “rentabilidad” todavía hay vastos sectores que no pueden disfrutar de sus beneficios entonces los mensajes al poblador son una excelente herramienta que hoy en día se mantiene en uso y que al igual que las casitas de amistad brindan un servicio de enorme utilidad a las poblaciones rurales.
Héctor Gugliermo