En otros escenarios colectivos en los que he estado, incluso en la misma maestría, siempre te solicitan justificación, concreciones y saldos. Al sistema le gusta mucho los cuadros estadísticos expresados en kilos, toneladas, libras, litros, metros… dolares y bolívares. Es decir, lo cuantitativo, lo tangible es lo que determina el éxito o fracaso de una gestión. Llevándose en los cachos al sujeto histórico, los procesos emprendidos! y la historia -borrón y cuenta nueva-.
Esta cuestión de cuantificarlo todo nos lleva a esa formula retórica y trillada de que lo importante es el fin y no el medio. Lo importante es lograr el propósito u objetivo trazado; pero, el CÓMO lo logramos es lo de menos. Un ejemplito fácil, la producción de oro en venezuela y otros recursos no renovables aumentan en porcentajes de 200 a 300 % trimestralmente. Estos recursos salen principalmente hacia los mercados europeos, EEUU, y otro tanto hacia los mercados Ruso y Chino. La capacidad de procesar toneladas de oro son abismales; pero igualmente son abismales los saldos que dejan al amazonas en términos de deforestación, tala, quema, contaminación de ríos, lagos, mares, perdida de ecosistemas y habita, explotación de seres humanos, enfermedades… que todo el dinero del mundo jamás podrá volver a recuperar.
A mi modo de ver EpatuKonuko, siempre se ha concentrado en el ¡CÓMO! Es decir, hace énfasis en sus procesos y dinámicas. Lo relevante, es la relación que se da entre los sujetos, relaciones que no terminen reproduciendo el sistema que buscamos trascender. El juego que no juega se hace cuesta arriba porque necesitamos desmontar el sistema que traemos encima. Todos los días escuchas en las noticias que hay que conformar comunas, colectivos, asambleas… y se dan saldos de las comunas y colectivos constituidos, pero no dan cuenta de las relaciones que se dan internamente. Relaciones que terminan reproduciendo el sistema que nos usurpa. Los colectivos se configuran y cada quién ejecuta el rol o desempeño que le corresponde y cada rol tiene funciones específicas asignadas por el sistema y que la misma gente enajenadamente termina demandando a quienes desempeñan el rol asignado.
El sistema cultural de guerra introyectado que nos habita en nuestras relaciones cotidianas se convierte en el principal problema para darle cuerpo a las propuestas colectivas, y no es que nos parecemos al enemigo, sencillamente somos nuestro propio enemigo reproduciendo estas lógicas donde todo es un negocio, dolares, compra barato, vende caro, el mercado… las trampas se mimetizan en la que se termina perdiendo tiempo, esfuerzo, recursos… tiempo, esfuerzo y recurso, ciertamente muy propio del sistema. Por eso la configuración de los colectivos, necesitan abrir espacios para desmontar y sanar las miserias del sistema. Siempre estamos respondiendo a las situaciones de forma conductista, reaccionaria y determinista. El conductismo triunfó en todos los escenarios del planeta y frente a cualquier estímulo nuestras respuestas son automáticas y predecibles. Como cuesta pensar, reflexionar… trascender lo reaccionario y determinista implica hacer un trabajo que comienza en lo personal y luego hacia el inmediato.
Epatu Konuko, si nosotros por ejemplo generamos una propuestas con respecto a la adquisición de cacao para extraer sus derivados y venderlas como mercancía al público y asumir toda la parafernalia: costos, envases, dólar, transporte, marketing... que implica colocar un producto a un consumidor y darnos cuenta a mitad de proceso que por ahí no es la cosa y podernos replantear desde otras lógicas. Siento que son avances. Los colectivos no somos perfectos, pero si nos podemos replantear los CÓMO y medios para lograr propósitos y fines más coherentes a nuestras convicciones de transformación saliendo de las lógicas conductistas y reaccionarias, considero que es un punto a favor.
Nuestras vinculaciones, relaciones y articulaciones son ricas en cayapa, manovuelta, merkatrueke, espirales… estas relaciones se generan o tienen propósitos de solidaridad, compartir, conversar, contextualizar la realidad, construir vínculos, apoyarnos… también hay mucha riqueza en la generación de conocimiento -dirías tú Amus ... el 5to elemento del Hip Hop- y prácticas solidarias con el medio ambiente. Todo esto implica: formación, organización, planificación, investigación y comunicación, pensar, reflexionar, concienciar… que se da hacia lo interno del colectivo e igualmente ofrece a todo los que nos acompañan.
Uno se pregunta, si somos seres conscientes, reflexivos, pensantes, racionales… por que el conductismo, determinismo, autómatas reaccionarios... es lo que impera. El ser consciente, el pensar y reflexionar implica un trabajo, un esfuerzo que es imposible asumir dentro de las lógicas del sistema porque el tiempo cronos no lo permite. El juego que no juega dentro del sistema nos mocha la cabeza, el juego que no juega… el NO JUEGA implica un trabajo de pensarnos y concienciarnos.
La Epatu, tiene toda una historia, desde el 2010?… cuantas dinámicas, cuantos procesos, cuantos sujetos partícipes y protagonistas. Cuánta formación, organización, investigación… cuánta madurez, cuántas arepas, cuántos amores y desamores. El saldo de EPATUKONUKO, es su propio proceso histórico de 8 años que ha dado cuenta de cada coyuntura…
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