Saludos. Es para mí un honor aceptar la invitación a participar en este gran espacio que es la Revista de Arte y Literatura, Periplos, principal órgano de difusión del arte de @EquipoCardumen. Así es que me presento:

Mi nombre es Oscar Pérez. La tierra que me vio nacer está al norte de España, es Galicia, aunque actualmente vivo en otra región del país. Conservo de mi tierra natal recuerdos de lo que es mi vida bajo el prisma de la distancia y el tiempo. Mis primeros recuerdos en el mundo de la fotografía se produjeron en casa de mis abuelos. En una de las salas había una vieja caja de zapatos llena de fascinantes fotografías de mis antepasados. Imágenes en sepia y blanco y negro, situaciones cotidianas, paisajes y recuerdos.

Durante mucho tiempo me quedaba observándolas, desgastadas por el tiempo; las seleccionaba por tipos de imagen. También recuerdo clasificarlas y seleccionar las que más me gustaban. Aquello era un gran legado para mí, como un tesoro que me entretenía durante largos ratos y con el tiempo heredé aquellas fotografías. Mi abuelo tenía también dos viejas cámaras que fueron mi primera incursión en la toma de fotografías.

Mi primera cámara propia fue una pequeña Konica, que por entonces era fantástica cámara para un muchacho que empezaba a dar sus primeros pasos en el mundo de la captura de imágenes.
Desde que era pequeño, esas primeras cámaras analógicas me absorbieron y atrajeron al mundo de la fotografía. Cada vez que íbamos a otros lugares, tomaba la cámara y disfrutaba haciendo fotografías. Siempre he sido muy autodidacta, aunque en los últimos años he sido apoyado por grandes fotógrafos amigos que me han enseñado muchas nociones de fotografía, además de asistirme en cursos y temas sobre imágenes que captaron mi interés. No tengo habilidades fotográficas específicas. Solo una experiencia de trabajo pura, prueba y error, para apoyarme en sugerencias, consejos, técnicas de fotografía.

Estoy fascinado con la naturaleza. Encuentro un campo fantástico lleno de posibilidades, un universo dentro de otro. La naturaleza ofrece en cada momento del día, en todos los días del año, diferentes cambios; nada es lo mismo, todo está en constante movimiento, en evolución, en espiral. Es el principio y el final una y otra vez; un campo inagotable de sentimientos, olores, colores, experiencias.

Suelo elegir ubicaciones y horas del día por el tipo de luminosidad, así como condiciones atmosféricas y otros factores a la hora de ir a tomar imágenes. Suelo buscar y posicionarme en distintos ángulos, diferentes planos de una misma captura para cotejar y tener otra perspectiva de lo que busco. Me suelo mover bastante; no espero que la foto pase, esté en frente mía, sino que la busco, exploro e indago las posibilidades que se me ofrecen.
Mezclo pensamiento, emoción, sensaciones y también, en ocasiones, algo de música en los auriculares para ponerme en situación o en disposición más bien, buscar la inspiración. Luego en edición fotográfica, hago el resto del trabajo de laboratorio fotográfico con las técnicas aprendidas.

Empecé con una pequeña Konica, también con Kodak, más tarde con Olympus E410 que me encanta. Pero cuando cambié a Nikon, descubrí que, para el tipo de fotografía que yo realizaba, las funciones y sensores de estas cámaras encajaban en mi forma de trabajar. Ahora estoy trabajando con el NIKON D7100, cámara todoterreno que se adapta a mi modo de hacer las capturas.