No quiero ramos de rosas cuando muera, Los quiero ahora que estoy viva y puedo sentir cada pétalo y su aroma.
No quiero llantos ni gritos mucho menos largas noches de sufrimientos, tampoco cantos tristes, Quiero escuchar las risas de las personas que amo, sentir sus abrazos hoy que mi corazón late de felicidad, Quiero que me canten ahora que puedo escucharlos y sonrojarme hasta llorar de la emoción.
No quiero vestidos negros porque mi vida está llena de color.
No quiero arrepentimiento, quiero que hoy que Dios me regala la vida hacer todo lo que este a mi alcance para servir y ser feliz.
No quiero que todos me amen cuando muera y digan cosas que nunca me dijeron cuando podía escucharlas.
No quiero ver a los que amo sufrir porque ya no este… porque no me habré ido, siempre permaneceré y siempre permanecerán en mi corazón en mi recuerdo en donde quiera que esté…