+¡A la mierda todo, ya no quiero seguir aquí!
De nada sirve seguir arriesgando, si no recibiré algo de ti.
Prefiero ver que encuentro por ahí
y demuestra lo que sienta por mi.
-Tranquilo, ¿si?
Pensabas día y noche en aquella chica,
¿ahora quieres irte así?
Me das pena, marica.
+¿Te atreves a decirme ”marica”?
Te recuerdo que tienes sentimientos de niña.
Deja la tontería y recoge tus cosas, nos vamos de aquí.
A este paso jamás seré feliz.
-No eres feliz porque vives pensando,
solo relájate y olvídate del pasado.
Déjate llevar por el momento
y llénate de sentimientos.
+¿Qué mierda hablas?
Por eso es que te lastiman,
y terminas llorando como una niña.
Ya me cansé de hablar contigo.
-Oye… ¿qué fue eso?
¿Sentiste ese zambullido?
Fue muy intenso,
tal vez esté pasando de nuevo.
+Si, volvió a encerrarse en el baño a llorar.
Mejor me voy antes de que comience a empeorar.
-¡Maldito egoísta!
Ahora me toca soportar su depresión.
¿Quién sabe hasta cuándo dejará de llorar por amor?
Daniel Piña.