Les comparto un fragmento de un monologo que escribí hace algunos meses, que se llama "Fermina Daza en la posmodernidad", en dónde retomo textos de Zygmunt Bauman, Gilles Lipovetsky y el personaje de Fermina Daza de la novela " El amor en tiempos del colera" de Gabriel García Márquez para hacer referencia al fenómeno del " Amor en tiempos de Tinder" .
(Soy una rebelde con aires de romántica.)
El avance del cine y sus efectos especiales, la televisión, la radio, el boom de los celulares y la gran posibilidad que da al conectarnos con el mundo, el acceso a la comunicación es grandioso, permite a los individuos liberarse de poderes políticos tradicionales, al igual que la religión que se ha dejado de un lado, favoreciendo a la libertad de pensamiento, esto parece un panorama favorable para la humanidad, sin embargo este exceso de libertad desenmascara seres realmente perversos, individualistas, hedonistas, que solo viven el presente, indiferentes, y supuestamente libres, que viven preocupados por no envejecer, por estar en forma, por verse bien para las fotos, ya nada importa, los valores se han sustituido por el placer, al grado que estas nuevas tecnologías a través de los filtros permiten tomar distancia de la otredad, para seguir relacionándose con lo que creen estar identificados y alejarse de lo que es diferente, ya no saben convivir con el prójimo cuya diferencia no les agrada se soluciona bloqueando o dejando de seguir, y así evitar la molestia de decirle a la otra persona “no te soporto” o” no te quiero escuchar”.
Encontrar una pareja parecería tarea fácil, pues la ventaja de usar aplicaciones es que de manera rápida se logra acceso a un menú amplio de candidatos, al grado de que puedes darle espacio a tus exigencias según lo que ves o crees ver, puedes elegir, que grado de estudios puede tener, elegir la raza, la estatura, el cabello, algunos gustos en común, clase social-económica, y por supuesto, lo más importante alguien que este dispuesto a subir fotos y publicaciones cursis a las redes para aparentar en la era de la superficialidad lo maravillosa que es su relación, si no, no cuenta, es como si no hubiera pasado, es necesario demostrarlo. esto parece maravilloso, y todo a través del celular, ¡que fácil, que fiable!, ¿Cómo pueden fracasar en el amor? Si ustedes son los encargados de elegir a sus pretendientes con respecto a sus expectativas, anudado a que ya no existe esa intervención de la familia por elegir un candidato apto para la familia, que contradictorio los matrimonios eran prácticamente arreglados y duraban toda la vida, los vínculos seguían, se construían y conservaban, si este se llegaba a volver caótico todo trataban de arreglarlo, había un compromiso en el que ambos trabajaban, hoy en día simplemente a cualquier molestia o diferencia para manda a volar, total siempre está Instagram, Facebook , Tinder, esperando que establecen nuevas líneas de relación desechable, en donde relacionarse con alguien de forma amorosa les dura la misma satisfacción como de tener un auto nuevo, una satisfacción de uno mes o dos meses si acaso. Visto de esta forma, el concepto de amor romántico y cortesano, para toda la vida, ha cambiado a uno más comercial; elijo a alguien mientras me sirve, pero en el momento que ya no cumple mis propósitos busco a alguien más, esa es la lógica de los posmodernos, sin ponerse a pensar en que este menú lleva a buscar pareja como si se eligiera ropa, y al final la idea de usar y deshacer impacta en la manera en que se inicia una relación.
Hoy en día ya nadie muere por amor, a ya nadie le interesa morir por amor ya no es necesario, hay muchos vínculos ahí
esperando como para morir por amor sin embargo se viven en una angustia permanente porque ningún vínculo es sólido, no saben quién va a estar mañana, todo es líquido, donde el amor y las relaciones se les escurre de las manos, donde nada llega a estar, se ha cambiado esa crisis existencial por la pérdida del ser amado, por incertidumbre y miedo permanente por encontrarse a ellos mismos en otros....