para un piloto y un equipo que lleva demasiado tiempo esperando volver a ganar. Cada segundo incide más en una herida que, en el caso del piloto español, se abrió hace más de cuatro años y que lejos de curarse, se ha ido infectando progresivamente durante la etapa junto a Honda.
Durante ese tiempo, Fernando Alonso ha intentado detenerla con remedios alternativos como las 500 Millas de Indianápolis, las 24 Horas de Daytona o el mundial de resistencia, pero el español sabe que sólo existe un modo de sanar: volver a ganar en la Fórmula 1.