La evaluación, según lo planteado por Tenbrinky (2006) establece que: “es el proceso de obtención de información y de su uso para formular juicios que a sus vez se utilizarán para tomar decisiones.” (p. 19). Es un proceso sistemático y continuo el cual le permite al docente llevar a cabo juicios acerca del avance y progreso de cada estudiante, esta considera tanto el proceso de aprendizaje como los logros de los estudiantes.
Por ser la evaluación uno de componente valioso en el proceso de enseñanza y aprendizaje del estudiante; su utilidad depende de la forma como el docente la realice y propicie durante la acción pedagógica del diseño curricular concebido, la concepción etimológica e ideológica, los conceptos acerca del desarrollo humano, las concepciones sobre el aprendizaje, asignaturas, contenido, competencias y relaciones sociales, elementos estos que lo guían y a la vez condicionan su práctica educativa.
Hidalgo, L. (2005), igualmente presenta sobre la evaluación que: “debe ser vista como una actividad natural, inherente al acontecer diario, desde la visión constructiva, forma parte del quehacer cotidiano del alumno, quien corrige sus errores o verifica y afianza sus aciertos en el momento en el cual actúa.” (p. 19). Esta se ajusta a los procesos sobre los contenidos programados que el alumno va organizando en la medida que aprehende.
La evaluación en los últimos tiempos, más que un medio para acceder al logro de los aspectos fundamentales del trabajo en aula, se ha convertido en un elemento que no está cónsono con lo que la teoría postula. Se observa que, la enseñanza y actividad formativa va por un lado y la evaluación por otro; por tanto, es necesario que se establezca un criterio de evaluación ajustado con las necesidades de la sociedad actual.
Según Morales (2006), sobre la orientación dentro de la evaluación del alumno, plantea que:
• Se entera de su progreso académico de los cambios de conducta logrados.
• Se orienta acerca de sus potencialidades y limitaciones de manera que obtenga elementos que le ayuden en la toma de decisiones tanto académico como conductuales.
• En base a los resultados recibe la información acerca de los hábitos de estudios, conductas deseadas, etc. (p.30).
La evaluación debe proporcionar los aspectos en los que ha mejorado el estudiante durante su proceso educativo, de igual manera se debe suministrar la información sobre aquellas competencias que este no haya logrado alcanzar para que se puedan tomar los correctivos necesarios y se logre el aprendizaje esperado.